Un equipo de astrónomos ha conseguido reconstruir el pasado caníbal de Andrómeda, la galaxia vecina, que ahora tiene sus ojos puestos en nuestra Vía Láctea. La galaxia en que vivimos, en efecto, podría convertirse en el próximo plato principal de su voraz compañera. El estudio acaba de publicarse en Nature.
Gracias a un auténtico trabajo detectivesco, los investigadores, de las universidades Nacional de Australia (ANU) y de Sidney, han descubierto que Andrómeda se ha tragado, literalmente, un buen número de galaxias más pequeñas, probablemente en los últimos miles de millones de años, como demuestran los restos del banquete en forma de grandes corrientes estelares.
Leer AQUÍ el artículo completo
Ciencia