Desde hace décadas, astrofísicos de todo el mundo tratan sin descanso de encontrar materia oscura, esa extraña sustancia que permea las galaxias y sin la que éstas no podrían mantener íntegras sus estructuras. Pero la naturaleza de la materia oscura, cinco veces más abundante que la materia ordinaria (de la que están hechas todos los planetas, estrellas y galaxias que podemos ver), sigue siendo un misterio. Nadie, hasta el momento, ha conseguido detectarla directamente, y nadie sabe de qué clase de partículas subatómicas podría estar constituida.
Ahora, para colmo, un reciente estudio aparecido en Science y llevado a cabo por físicos del Berkeley Lab y la Universidad de Michigan ha arrojado un nuevo jarro de agua fría sobre la que se consideraba la mejor pista hasta el momento. No, dice el artículo, la materia oscura tampoco está hecha de neutrinos estériles, un inusual tipo de partículas subatómicas sobre las que muchos habían puesto sus mejores esperanzas.
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Ciencia