La firma surcoreana apuesta por la tecnología QLED en los televisores para los soportes del futuro.
Apenas han pasado dos semanas de la presentación de su flamante Note 8, pero Samsung vuelve a dar de qué hablar. Se trata esta vez de IFA, la gran feria tecnológica que se celebra estos días en Berlín y en la que el gigante coreano suele airear una parte de su extenso portfolio. Nueva pulsera inteligente, nuevos auriculares (con Bixby, el asistente virtual de la compañía) y nueva versión de su smartwatch Gear, que estrena cuarta generación.
Bajo el lema «Tu nueva normalidad», la firma coreana abarrotó, de nuevo, el Tempodromo de Berlín. Y bajo la batuta de David Lowes, máximo responsable de la compañía en Europa, fue desgranando su oferta ante la prensa internacional. El primero en llegar fue Frame, un nuevo televisor QLED con forma de marco, ultrafino y que, sorpresa, incluye una versión de 43 pulgadas para todos aquellos que prefieren un tamaño más reducido.
También mostró Lowes el nuevo televisor QLED Q8C, que antes sólo estaba disponible en su versión curva (Q8F) y que ahora estrena la versión plana. «Os preguntareis si Samsung va a apostar por la tecnología OLED», dijo el directivo de Samsung en referencia a su principal competencia en este terreno. Por supuesto, la respuesta es que no, porque «creemos que el QLED es la tecnología de televisión del futuro».
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