Manuel Erice el 27 mar, 2013 Conozco, y conozco bien, un importante colegio público en el que algunos profesores (son minorÃa, hay que decirlo) otorgan tanta o más importancia al adoctrinamiento que a la transmisión de conocimientos. En concreto, hay un profesor de la ESO que en dicho centro destaca ya entre los alumnos (ignoro si también entre los demás compañeros de oficio, aunque imagino que también) por poner a parir, un dÃa sà y otro también, al Gobierno de Rajoy. Da igual la medida que apruebe o la iniciativa que tome, la inquina de quien se autodenomina sin rubor docente contra el Ejecutivo democráticamente salido de las urnas es superior a toda la profesionalidad que se le supone. Pero no es este un asunto sobre democracia o legimitidad de las urnas, ni tiene interés alguno la ideologÃa y la forma de pensar de éste ni de ningún profesor. La cuestión es la baja calidad de la docencia y de la progresiva politización y bajo nivel de nuestro profesorado. Ahora que la polémica Educación para la CiudadanÃa socialista ha sido sustituida, que no eliminada, como habrÃa sido lo correcto, por el Gobierno del PP, aparece en escena la denuncia de Nuevas Generaciones de Castellón en la que llama la atención del “adoctrinamiento” de una parte del profesorado, que, al hilo del creciente malestar por los recortes y ajustes en el sector educativo, utilizan las aulas para desprestigar al Gobierno. Bajo la etiqueta #quenotelien, el mensaje es “Me quieren adoctrinar”, el cual me ha recordado al colegio público madrileño al que me referÃa al iniciar este post. Más allá de los intereses partidistas, seguro que muchos padres se han identificado con la campaña, hartos de escuchar de su hijo o hija el relato de comentarios maniqueos sobre buenos y malos o las maravillas de una ideologÃa frente a otra. Y me da igual que sea la izquierda sobre la derecha o viceversa. Precisamente ayer, saliendo al paso de la denuncia, veo y escucho en televisión a una representante sindical del profesorado en Castellón denunciando a su vez la presión a la que se sometido un profesorado que puede ser denunciado por estas prácticas por los padres o por los propios alumnos. Qué lástima. Qué oportunidad perdida para reconocer que esta práctica existe y que su obligación y la de cualquier otro responsable docente en dichos centros es precisamente la de ponerles coto. ¿Buscan el objetivo común de elevar la calidad o buscan hacer polÃtica en los colegios? Otros temas Tags castellondocenteesonuevasgeneracionesquenotelien Comentarios Manuel Erice el 27 mar, 2013