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Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

Zapatero juega a los chinos

Luis Ayllón el

Por lo que me cuentan, parece que el patinazo de la inversión china en España obedeció a una confusión a la hora de adjudicar las promesas hechas en una reunión. Alguien confundió a un chino con otro. O confundió las empresas a las que representaban. Es lo que tiene que las caras chinas nos parezcan a los occidentales tan iguales, a pesar de que cada vez tratamos más con ellos.

 

La precipitación y el nerviosismo que embargan al Gobierno se han puesto de relieve durante el viaje de Zapatero por China y ha estado a punto de estropear el resultado del juego. Pero, la verdad, no creo que los chinos se vayan a ofender en exceso por esto. Están más irritados -y así se lo han hecho saber al Gobierno- con algunas decisiones de altos tribunales españoles que reactivan juicios por la actuación represora del régimen de Pekín en el Tíbet.

El incidente con el fondo soberano China Investment Corporation no va a hacer que los chinos dejen de considerar a España su mejor amigo en Europa. No les habrá parecido serio, pero lo pasarán por alto, porque saben que el Gobierno español no da la lata sacando a colación el molesto tema del respeto de los Derechos Humanos en China, contrariamente a lo que hacen estadounidenses, franceses o alemanes, por ejemplo, sin que ello, por cierto, les impida seguir haciendo negocios con Pekín.

 

Escudándose en que ese asunto se toca a nivel europeo, Zapatero obvió el tema en este viaje, como lo hizo en los anteriores encuentros con autoridades chinas. Sólo, al final, se atrevió a hacer una tímida referencia en el foro económico de Boao, animando a Asia –nada de concretar en país alguno- “seguir el camino de la inclusión", de  forma que "se extienda al camino de la cooperación, del diálogo, de la paz, de las libertades y de los derechos fundamentales".

Como afirma el proverbio chino, «cuando el dinero habla, la verdad calla». Es la puesta en práctica de la famosa frase de Groucho Marx, ya saben, aquella de “estos son mis principios, si no le gustan, tengo otros”.

 

Y, mientras, en el Congreso de los Diputados, el PSOE apoyaba un texto instando al Gobierno a mantener activa en la relación con China la defensa de la libertad y los Derechos Humanos en ese país. Todo un ejemplo de coherencia.

 

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Luis Ayllón el

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