Una vergüenza de sueldo o un sueldo sin vergüenza

Soy un europeísta convencido, pero confieso que algunas noticias contribuyen sensiblemente a hacerle a uno perder su fe en las bondades de la Unión Europea y dan una estupenda munición a quienes quieren acabar con ella. Resulta indignante leer que el hasta hace unos días comisario europeo de Salud, el maltés John Dalli, que ha tenido que abandonar el cargo al ser acusado de tráfico de influencias en la industria tabaquera, va a seguir recibiendo ingentes cantidades de dinero de las arcas comunitarias: durante tres años una compensación equivalente al 45% de su salario (lo que supone unos 9.000 euros al mes) y después una pensión vitalicia de alrededor de 2.300 euros.

Incluso, si es considerado culpable, tendrá derecho a esas cantidades, porque hay precedentes con la comisaria francesa Edith Cresson, que hizo caer a la Comisión Europea que presidía Jacques Santer, tras ser encontrada culpable de malversar cientos de miles  de euros del presupuesto comunitario.

De por si, es bastante sangrante que las cosas estén de esta manera, y no quede más remedio que aceptarlas, porque se trata de la legislación europea, como ha dicho el portavoz de la Comisión Europea, Olivier Bailly. Pero además, en un momento en que mandan los recortes, en que se están pidiendo grandes esfuerzos y sacrificios a la mayoría de los ciudadanos de los países de la Unión Europea, se acerca a la indecencia que un comisario se embolse por su trabajo casi 21.000 euros mensuales, un sueldo con el que hoy quisieran muchos españoles poder contar para todo el año, y al que no llegan la mayoría de los jefes de Gobierno de la Unión, todos ellos con grandes responsabilidades.

Puede que a alguien la denuncia le suene a demagogia, pero, en el fondo, el volumen salarial de los comisarios en un indicador de cómo la burocracia comunitaria y sus innumerables organismos y sedes fagocitan buena parte de los fondos de la Unión Europea. No estaría de más que, ahora que se debaten las perspectivas financieras, los prespuestos comunitarios, para el periodo 2013-2020 se aprovechara para hacer un ejercicio de moderación en los salarios de los altos cargos europeos. Aunque sólo fuera por dar ejemplo.