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Blogs Terminal Cero por Luis Ayllón

Rabat, más cerca de Madrid

Luis Ayllón el

Iberia puso en marcha el 1 de julio los vuelos directos entre Madrid y Rabat y esta noche tuvo lugar en la embajada española en la capital marroquí una recepción del embajador, Alberto Navarro, con presencia del presidente de la compañía, Antonio Vázquez, para escenificar lo que es algo más que una simple apuesta comercial. Por parte marroquí, acudieron el wally o gobernador de la región bdeb Rabat-Salé, el alcalde y varios consejeros reales.  

 

 

 

Las autoridades españolas han puesto especial interés en acabar con algo que se considera una anomalía: que las capitales de dos Estados vecinos no estuvieran unidas por vía aérea, mientras Air France tiene varios vuelos entre París y Rabat. Para viajar desde España a Rabat, donde reside buena parte del tiempo el monarca Mohamed VI y los miembros de su Gobierno, había que tomar el vuelo a Casablanca y desplazarse después por carretera. En menos de tres horas resultaba muy difícil hacer el viaje. Ahora, en una hora y media se puede estar en Rabat y eso es algo que agradecerán quienes viajan entre las dos ciudades y también quienes quieran utilizar Madrid como escala hacia o desde Iberomérica y otros puntos de Europa.

 

 

 

Iberia, que vuela a Marruecos desde 1950,  tenía hasta ahora conexiones diarias con Casablanca y Tánger y vuelos cuatro veces a la semana con Marrakech. En 2010 transportó 222.00 viajeros y para este año ha puesto en venta casi 300.000 plazas, incluidas las de la línea recién creada.

 

 

 

El Gobierno de Zapatero que se precia de mantener una buena relación con Marruecos, pese a los frecuentes incidentes que han salpicado esa relación en estos siete años, considera que la nueva línea puede ser beneficiosa para aumentar los intercambios políticos y económicos y también entre las sociedades de los dos países. Y ha tenido gran interés en que comenzara a funcionar. También los marroquíes.

 

 

 

No es la primera vez que Iberia secunda una iniciativa política del Gobierno de turno, si considera que puede tener un mínimo de resultados. No hace mucho, hizo realidad los vuelos entre Madrid y Gibraltar, después de que en el Foro Tripartido de Diálogo entre España, el Reino Unido y los gibraltareños ese fuera uno de los acuerdos. Se pensaba que habría gran demanda y que acogería pasajeros de las zonas próximas del Campo de Gibraltar. Pero no fue así. Los aeropuertos de Jerez y Málaga no están tan lejos.  Iberia aguantó una temporada y después redujo sus frecuencias hasta terminar por cerrar la línea. No resultaba rentable, como comprobó después otra aerolínea que tomó el relevo durante algún tiempo.  Una vez más lo que piensan los políticos no fue lo mismo que los que reclama la sociedad.

 

 

 

Habrá que ver lo que ocurre con los vuelos Madrid-Rabat, que por ahora operan viernes y lunes y que comienzan a ser conocidos en los dos países. Pueden ser muy interesantes desde el punto de vista político, pero lógicamente, si Iberia detecta que la demanda no permite su mantenimiento, hará lo mismo que en Gibraltar. Nadie se lo podrá reprochar.

 

 

 

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