La nueva política exterior (y IV). El Ministerio de Asuntos Exteriores

Mariano Rajoy ha asegurado que quiere dar mucha importancia al Ministerio de Asuntos Exteriores, un departamento en el que, en los últimos siete años de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, han abundado actuaciones que han provocado un alto grado de desmoralización entre los diplomáticos. Estos son algunos de los frentes en los que tendrá que actuar el nuevo Gobierno.

Estructura. Hoy, el Ministerio de Exteriores cuenta con tres Secretarías de Estado (Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación Internacional) y llego a tener durante un par de años otra más, la de Iberoamérica. Los anuncios de contención de gastos pueden llevar a que las Secretarías de Estado se queden en dos. En el entorno de Rajoy se debate aún el nuevo organigrama. Hay bastantes partidarios de que se mantenga la de Unión Europea, imprescindible en estos momentos, que también podría fusionarse con la de Asuntos Exteriores, recuperando, al tiempo, la figura del secretario general de Política Exterior. La otra Secretaría de Estado podría ser entonces la de Cooperación unida a Iberoamérica, como ya existió en tiempos de José María Aznar. En cualquier caso, no hay nada definido todavía.

Nombramientos de embajadores. El PP protestó por la política de designación de embajadores en el último año, en que fueron cambiados 71 de los 132 que tiene España, porque considera que el nuevo Gobierno se verá atado de manos para hacer nombramientos. Los populares estudiarán uno por uno si los mantienen o son relevados. En cualquier caso, aseguran que no habrá un número alto de embajadores “políticos”, es decir no miembros de la carrera Diplomática. Zapatero llegó a tener hasta nueve, incluso en países no considerados esenciales para la política exterior española, como por ejemplo, Paraguay.

Últimas promociones de diplomáticos. El Gobierno tendrá que buscar fórmulas para resolver el problema del elevado número de diplomáticos de las últimas promociones que no pueden salir al extranjero por falta de plazas. En la época de Moratinos entraron durante varios años promociones de más de 40 diplomáticos, muchos de los cuales deberían haber salido ya a un puesto en el exterior, al cumplirse el máximo de cuatro años de estar en España. Este año no se han convocado oposiciones a diplomáticos.

Sede del Ministerio. El Ministerio de Exteriores sigue sin tener una sede definitiva, tras el abandono en 2004 de la de la Plaza del Marqués de Salamanca, porque había contaminación por naftaleno en algunas plantas. Se trasladó a Torres Ágora, en el norte de Madrid, junto a la M-30, unos edificios alquilados, por los que se han pagado ya 60 millones de euros. Cada año Moratinos prometía una nueva sede, pero la promesa no se cumplía. Las últimas ideas hablan de recuperar, saneado y reformado, el edificio de Marqués de Salamanca, que no se utiliza para nada. La Junta de Personal del Ministerio pidió a la ministra poder realizar una visita a esas instalaciones y valorar su posible utilización.

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