Al conocerse que el consumo interno empieza a recuperarse en España, se han levantado voces advirtiendo de que sería una pena que, como consecuencia de ello, las empresas españolas dejaran de mirar al exterior. Acuciadas por la crisis, las compañías españolas se volcaron en la búsqueda de negocios más allá de nuestras fronteras, un hecho que, junto al aumento del turismo, ha contribuido al comienzo de la reactivación económica de España.
De ahí, que resulte importante que el Gobierno no deje de respaldar la internacionalización de las empresas españolas, tanto de las grandes como de las de menor tamaño.
El Consejo de Ministros aprobó el viernes la concesión de cuatro créditos a proyectos con participación de empresas españolas en Noruega, Turquía, República de Indonesia y Reino de Marruecos, por un importe total de 55,2 millones de euros. Los créditos se conceden con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa, que se creó en el año 2010, y serán reembolsables en condiciones económicas OCDE.
Un crédito de 21,8 millones de euros será para la construcción en astilleros españoles de un buque para apoyo y suministros a plataformas ‘offshore’ en Noruega.
Otro, de 19,86 millones se destinara al suministro, transporte, montaje, puesta en marcha y servicios de operación y mantenimientos de turbinas eólicas en Turquía, que se instalarán en diecinueve aerogeneradores en un parque eólico en Cercikaya (Turquía), un mercado hasta ahora dominado por empresas alemanas y danesas.
El tercer crédito, de 6,97 millones, será para suministro de plantas de tratamiento de aguas para situaciones de emergencia en Indonesia.
La última de las ayudas, por importe de 6,54 millones de euros, tendrá como destino un proyecto de abastecimiento de agua potable por bombeo solar en Marruecos, con el fin de abastecer a un total de cincuenta localidades rurales que carecen de electricidad.
La presencia de empresas españolas en el extranjero se ha multiplicado sensiblemente en los últimos años, sobe todo en algunas zonas, como América Latina. Hace sólo unos días, la revista Forbes situaba a 27 empresas españolas entre las 2.000 mayores compañías cotizadas del mundo, siendo el Banco Santander, Telefónica y el BBVA las mejor situadas (en los puestos 48, 68 y 118, respectivamente).
Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), a pesar de que, en los últimos tiempos se han habilitado algunos mecanismos como el Plan de Iniciación de Promoción Exterior o las Ayudas del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industria (CDTI).
Según cálculos de CEPYME, la patronal de este tipo de empresas, hay cerca de 150.000 empresas españolas operan en el exterior, aunque muchas se ven obligadas a cesar en sus proyectos por diversos motivos, entre ellos la falta de financiación. Para tratar de evitarlo, CEPYME suscribió hace varios meses un acuerdo con la compañía Española de Financiación al Desarrollo (Cofides) para facilitar 1.500 millones de euros a las empresas vinculadas a la patronal.
No obstante, a veces la ayuda económica se demuestra insuficiente y es preciso un respaldo del Gobierno, sobre todo cuando se trata de actuar en países en los que hay una presencia determinante del poder político en la actividad económica. La inclusión de representantes empresariales en los viajes del Rey o de los miembros del Gobierno al extranjero es, por ello, una buena medida.
Empresas españolas
