Madrid vivió ayer una jornada marcada por el apoyo a los presos políticos encarcelados por el régimen de Nicolás Maduro, que tuvo su acto central en la presentación del libro “Preso, pero libre” escrito desde prisión por el opositor Leopoldo López, que lleva dos años privado de libertad. El chavismo reaccionó irritado y con acusaciones hacia el Partido Popular.
Mitzy Capriles, la esposa del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que se encuentra en en arresto domiciliario abrió el fuego en un Desayuno del Foro de Nueva Economía, arropada por la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril. Ya el día anterior, Capriles, en ese mismo foro aprovechó para reprocharle veladamente al secretario general de Unasur, Ernesto Samper, lo bien que le recibe el chavismo y el poco interés que ha puesto cuando ha ido a Venezuela en reunirse con las familias de los opositores presos.
Por la tarde, tuvo lugar la presentación del libro de López, que reunió a varios cientos de personas, entre ellas su esposa, Lilian Tintori; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el líder del PSOE, Pedro Sánchez; el ex presidente del Gobierno Felipe González; el escritor Mario Vargas Llosa; el director de la división de las Américas de Human Rights Watch, José Manuel Vivanco; y la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, Cristina Cifuentes. Todas ellas, voces críticas con la existencia de presos políticos en Venezuela.
El acto se desarrolló en la Casa de Correos, sede de la Comunidad madrileña, cuya fachada estaba flanqueada desde el día anterior por dos grandes pancartas con imágenes de Leopoldo López, pidiendo la liberación de los presos políticos.
La reacción del chavismo llegó incluso antes de que se celebrara ese acto, primero con manifestaciones de dos diputados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), creado por Hugo Chávez, que aconsejaron a la Comunidad de Madrid “dedicarse a resolver los problemas de seguridad ciudadana de los madrileños, y de desahucios, en lugar de estar pendiente de Leopoldo López y de lo que sucede en Venezuela”. Los diputados, que están estos días por Madrid intentando hacer campaña contra la Ley de Amnistía que impulsa la Asamblea Nacional venezolana, dominada por los partidos opositores, aprovecharon también para calificar a Felipe González de “mercader de la política”.
Poco después, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, utilizó su cuenta de Tweeter para arremeter contra el PP por la iniciativa de colocar las pancartas de Leopoldo López, y afirmando que el partido que lidera Mariano Rajoy es la organización política internacional más “corrupta en la historia del Reino de España”.
La irritación del Gobierno venezolano con el apoyo que llega desde España a los presos políticos es tan habitual como el silencio que guarda Podemos cuando se trata de hacer reclamaciones para que sean puestos en libertad.
Por ello, Mitzy Capriles no dudo en afirmar en Madrid que se siente “horrorizada” por las similitudes en el discurso de los dirigentes de Podemos con el chavismo. “Parecen salidos del mismo vientre”, dijo, al tiempo que señaló que “el modo” y “el tono” que emplea la formación de Pablo Iglesias en sus discursos le recuerda a cómo hablaba Chávez y cómo se expresa Maduro.
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