¿Qué tiene más relevancia? ¿Incidir en que un informe lo realizo el hermano de un ministro o contar las conclusiones nefastas que tuvo no hacerle caso? Cuando analizas sumarios de caso de corrupción descubres que la realidad puede ser también otra cosa.
Es más llamativo señalar que una «organización criminal», investigada por un juez de la Audiencia Nacional, fichó a Jesús Trillo-Figueroa y a Benigno Blanco, secretario de Estado de Aguas en Medio Ambiente durante el gobierno de José María Aznar, por «la influencia» que ambos tenían «hacía altos cargos de la Administración» –como revelaba la UCO (Unidad Central Operativa)–, que destapar que no tener en cuenta sus conclusiones supuso la pérdida de fondos comunitarios.
ABC publica en exclusiva el dictamen del despacho Iuris Family Office, señalado en la instrucción del caso porque tenían relación con una secretaria del Consejo de Administración de Acuamed, que podría presionar en el Ministerio de Agricultura.
Lo que no dice el informe de la Guardia Civil ni tampoco refleja los autos del juez Eloy Velasco, es que resolver el contrato de Acuamed con Altyum sin finalizar la obra de dotación de agua desde el Embalse de Cerro Colorado hasta el Valle de Guadalentín en Murcia, «sería la decisión más onerosa posible para la Administración».
Finalmente, los contactos no sirvieron de nada y el contrato de 9,1 millones de euros no se modificó, suponiendo la pérdida de los fondos comunitarios aprobados para la segunda fase, el 80% de 3,1 millones de euros. La obra se finalizó por emergencia con un sobrecoste del 50%, que hemos asumido todos los españoles.
La corrupción es ya el pan nuestro de cada día, pero tampoco podemos cuestionar sin entrar en el detalle, sin conocer realmente qué sucedió. No puede imperar el macarthismo, señalar sin más evidencias que un supuesto tráfico de influencias.
Para más información:
http://www.abc.es/espana/abci-informe-juridico-aviso-acuamed-perderia-fondos-comunitarios-201607240055_noticia.html
Actualidad Marisa Galleroel