Victoria Beckham, inteligente y ambiciosa, comenzó su marca de moda en 2008, un proyecto que iba más en linea con sus ansias de permanecer en el candelero que con una verdadera estrategia empresarial.
Pero Victoria, que cuenta con mucho tiempo y muchos fondos propios y de su marido, ha sabido crear una marca consecuente, con un estilo depurado que ya nada recuerda al que la misma exSpice Girl tenía hace años.
Tras abrir tienda propia y vender en algunos importantes grandes almacenes, Victoria ha visto como su marca se quedaba estática, sin crecimiento, compitiendo en el alto nivel de precios de aquellos que no tienen logística organizada ni economías de escala, como las gemelas Olsen.
Es por ello que, consciente de necesitar un empujón, Victoria ha aceptado la inyección financiera de 40 millones de dólares de un grupo de private equity, Neo Investment Partners. El porcentaje de la empresa que se les ha cedido a cambio, no se ha comunicado.
Qué duda cabe que aunque la empresa de moda de Victoria Beckham esté en pérdidas, tiene un gran potencial. Aunque esta inyección de fondos en parte irá a pagar los 5 millones de euros de deuda de la empresa, se necesita invertir en una nueva sede, un equipo más numeroso y nuevas aperturas. Los esfuerzos online y offline tendrán que ampliarse.
Victoria, que pronto celebrará los 10 años de su marca, siempre ha contado con el apoyo de su marido y, de gran importancia, de Simon Fuller, artífice y manager de las Spice Girls que sigue siendo su mano derecha y está detrás de todos sus movimientos acertados.
Además, Victoria saca rentabilidad de sus colaboraciones con Reebok, Estée Lauder o Target. Quizás se le dan mejor las colaboraciones en las que pone su imagen que los verdaderos proyectos empresariales de enjundia. En cualquier caso, bravo por pasar de ser una chica de los suburbios a ser un ejemplo mundial para muchas mujeres.