Varias bodas estelares han tenido lugar el pasado fin de semana. Y siempre hay una señora -al menos- que da la nota por ir aconsejada por el mismísimo Lucifer. En la boda de Amadeo de Bélgica, sobrino del actual Rey Felipe de los belgas, las dos reinas, Mathilde y Paola, dieron la sorpresa con un toque de fealdad inesperada en sendos tocados.
La Reina Paola, antaño bellezón internacional, no quedó nada favorecida con un tocado de estilo ave rapaz. Ganas de ponerse fea.
En cuanto a la Reina Mathilde, si bien su vestido azul Klein de inspiración Balenciaga era elegantísimo, se puso un tocado indescifrable, algo así como el “bonete” de Ruby, la pinche atolondrada de “Arriba y Abajo” o como el niño que acompañaba a Charlot. Además, Mathilde ha debido pasar por algún “tratamiento” y su cara era extrañamente distinta a la habitual. Los novios, radiantes.
Y en España, tuvieron lugar la boda del hijo de Manuel Pizarro, sobrio e inteligente salvador del Corte Inglés y la de la hija de Jesús Posada, Presidente del Congreso.
En la segunda, las políticas “peperas” presentes vistieron con prudencia y corrección. Pero…
… siempre hay alguien dispuesto ha dar el do “de pecho”. En esta ocasión, fue Isabel Tocino, que recupero para la causa su ropa de las fiestas de fin de año de los 80, un mantón de traje de gitana y las bolas del árbol de Navidad.
Por supuesto, todo coronado de un tocado extraño con forma de sartén de hierro invertida. No había necesidad…
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