Los históricos grandes almacenes norteamericanos SEARS, se han declarado en bancarrota.
Es curioso que una empresa que comenzó su andadura hace 130 años como un catálogo de venta a domicilio, no haya sabido adaptarse al mundo “online” tan similar en su premisa.
El histórico SEARS experimentó su mayor crecimiento en los años 50 cuando, tras la 2ª Guerra Mundial, la empresa se propuso abastecer a un país “sediento” de mercancía, pues tras décadas en la venta por correo, conocían los lugares en los que su influencia comercial era más importante.
En los 50 SEARS abrió más de 100 establecimientos gigantescos alrededor de los Estados Unidos.
Parte de su éxito y de su fuerza para superar a su mayor competidor en ese momento, Montgomery Ward, fue ofrecer más lineas de mercancia de tipo bricolaje, pesca o camping para “entretener” a los maridos de las señoras que acudían atraídas por la oferta para féminas.
El crecimiento de Sears fue principalmente en zonas suburbanas y en cierto modo permitió que su competencia se asentara en el corazón de las ciudades más importantes de los Estados Unidos. Sus tiendas de barrio eran pequeñas y llevaban básicamente una selección de pinturas y herramientas, mientras que las grandes tenían amplitud de oferta y en los años 60 pasaron a ofrecer de todo.
Las visitas familiares de fin de semana a Sears, ejemplificaban la perfecta vida de los Estados más apartados del bullicio, con su tranquilidad y su ocio predecible.
Pero mientras otras empresas han luchado contra el gigante Amazon con otras bazas, Sears, especializado en venta por catálogo en su día, se ha quedado atrás. Los fondos de inversión que se hicieron cargo de la antaño gran empresa de distribución norteamericana, no han sabido ni jugar sus cartas y sus similitudes con el “online” ni tampoco poner al día una marca carente de identidad y sin atractivo en su oferta de producto.
Aunque no son los únicos, tras la debacle de Toys ‘R’ Us, Payless ShoeSource, Radio Shack o The Limited, todos en bancarrota.
