El hombre que tantas victorias y alegrías ha dado a los españoles, y aún más a los madridistas, ha estado siempre al margen de las grandes campañas de publicidad.
Es algo incomprensible si se tiene en cuenta que ha batido records, ha representado a España con elegancia y éxito, ha liderado el Madrid y lleva una vida ejemplar y esforzada.
Educado, de buen carácter, inteligente, valiente, mesurado y responsable, no ha sido el objeto de deseo de las marcas deportivas o de moda. ¿Por qué?
Siempre ha sido aún más español que Gasol.
Aún más educado que Zidane
Carece de la soberbia y la agresividad de Piqué
Fue el antecesor de Ronaldo en goles, premios y en el dorsal 7 de su camiseta.
Siempre ha sido más equilibrado y sensato que Tiger Woods.
Y desde luego, es más simpático y natural que el encorsetado Federer.
Tiene casi tan buen tipo como Xavi Alonso y un físico más masculino.
Es menos superficial y cambiante que Beckham, aunque quizás esas sean claves del éxito del inglés.
Menos problemático que Lionel Messi.
Y ha estado en el “candelabro” más tiempo que Usain Bolt.
Jugaba con la frialdad y la cabeza del primer tenista-publicitario, Bjorn Borg ( a quien la prensa le llamaba ICE-borg), que fue el primer deportista que empezó a ganar más con la promoción de marcas de moda y deporte que con los premios que conseguía.
Y desde luego, Raúl ha sido siempre más correcto y paciente que McEnroe, apodado el “Big Mac” o el “superbrat” (super niñato) quien con solo 19 años se convirtió en todo un fenómeno mediático, consiguiendo millonarios contratos publicitarios.
¿No será que lo que vende de verdad es el temperamento fogoso e iracundo, el divismo, la presunción, la soltería, las operaciones estéticas, los cambios, las reivindicaciones, la melena rubia, los escándalos, la altura o la tableta de chocolate?
Ahora que Raúl González Blanco anuncia que se retira como jugador, ser un señor -y un señor español- sin duda le seguirá compensando. Para empezar, con la admiración y el cariño del público.
P.D. : Que conste que, en esta comparación, hemos dejado atrás a Nadal, compendio de virtudes, innegable ídolo internacional y ojito derecho de las españolas. 😉