Se estrena en París una exposición dedicada al Picasso más mediterráneo, al verdadero, que nació y creció en Málaga y maduró en Barcelona. Al que disfrutó de la vida y el amor en el sur de Francia. A aquel niño apegado a la luz y el calor, al sol y la playa.
La exposición, que muestra un Picasso luminoso e inspirado en el sur, se expone en el Musée National Picasso-Paris , y refleja la obsesión de Pablo Ruiz P. por el mar Mediterráneo, ya fuese en España, Grecia o en les Alpes Maritimes franceses.
Se incluyen fotografías íntimas del pintor, como las que le hicieron con Dora Maar en la playa de Mougins en 1937.
Mougins, cerca de Cannes y Grasse, está rodeado de bosques, pinos y olivares, un entorno que a Picasso le recordaría sin duda a su Andalucía natal. Allí recibía las visitas de Jean Cocteau, Francis Picabia y tantos otros personajes interesantísimos de la época. Picasso pasó los últimos 12 años de su vida en Mougins, en un “mas” (especie de cortijo local) de aspecto andaluz. Frecuentaba Le Feu Follet, un restaurante típico, y se reunía a tomar café y fumar puros con sus amigos.