Paco de Lucía, la elegancia

La elegancia suprema se basa en la sencillez, esa sencillez que invade todo: la manera de ser, la presencia y el aura. Paco de Lucía, nos ha dejado, pero incluso esto lo ha hecho con elegancia, sin molestar.

Su técnica, su arte y su maestría -siempre tomada con humor y sencillez-  le destacó de entre todos los guitarristas del mundo. Sus duos y colaboraciones mostraron una generosidad que es parte clave de la elegancia. Su unión con Camarón hizo de los dos, verdaderos monstruos de la música. Ese Paco siempre detrás, de segundón, sin manifestarse.

Para los amantes del flamenco y de la música de fusión en la que Paco siempre ha puesto pica en Flandes, sus obras son intemporales, modernas y clásicas a la vez. Un artista que ha colaborado, reído y creado con los mejores.

Su pelo largo, su perfil, su figura apuesta y sobria. Todo Paco era elegancia, con un estilo muy particular, muy suyo. No se atrevió a ser cantante, una de sus más ocultas aficiones. Pero hizo todo lo demás. 

Ni siquiera el paso del tiempo restó atractivo a este hijo de Algeciras, a este niño prodigio del toque, que ha vivido con discreción y humildad, aun en los momentos en los que ha recibido los premios más importantes a los que un músico puede aspirar. 

Paco de Lucía nos ha dejado. Desazón, abandono y pérdida. Allá donde estés, la mejor guitarra de los últimos siglos, gracias por la herencia que dejas atrás.

Have You Ever Really Loved A Woman from memoria on Vimeo.