En la Gran Manzana, el espacio y el tiempo, son claramente los mayores lujos para el que se los pueda permitir. Pero los espacios y experiencias variadas son un activo al alcance de todos, ya sea como cliente o como mero “visitante curioso”.
Uno de los nuevos hoteles de la ciudad es el Beekman, situado en Downtown Manhattan aprovechando un antiguo edificio de características peculiares.
A una manzana del ayuntamiento y varias del antiguo espacio de las Torres Gemelas, el edificio situado en el número 5 de Beekman Street, una joya de ladrillos en terracota, llevaba cerrado desde los años 40, con un cierto halo de misterio para los viandantes.
En realidad el edificio fue uno de los primeros grandes bloques de oficinas, antes de la llegada de los rascacielos. Su escalera y su patio de luz, son muy originales y su ascensor fue el tercero que se instaló en la época en el Manhattan de la época victoriana de finales del siglo XIX.
El atrio y los techos son espectaculares y se encuentran en excelentes condiciones, teniendo en cuenta que se trata de un edificio de 1882.
El “Explorers Club”, en la sofisticada calle 70, en el Upper East Side de Manhattan, se fundó en 1904 y sus impresionantes puertas vieron pasar a científicos y exploradores insignes cuando el edificio se compró a la familia Clark, los fundadores de la marca de máquinas de coser Singer.
Durante una época se llamó “Lowell Thomas building”, como el autor que escribió sobre Lawrence de Arabia. Lleno de tesoros de exploraciones y gadgets varios, mapas y globos terraqueos, la librería cuenta con 13.000 ejemplares dedicados al tema en exclusiva. Recuerdos de los primeros viajes a los Polos o de las andanzas del Baron de Brazzaville en el Congo, se trata de un impresionante despliegue de fotografías, taxidermia, mapas y curiosidades.
Keen’s Steakhouse es un antiguo restaurante especializado en carne, que tiene aún recuerdos de sus ilustres clientes.
Una colección de las pipas de fumar de los escritores, políticos y periodistas que allí acudían hace décadas, desde 1885, preside este clásico y casi olvidado local que ha vuelto a renacer. Las pipas de Theodore Roosevelt, Buffalo Bill Cody o Albert Einstein, trasladan al visitante a un pasado genial e inolvidable.
Por último, está Tannen’s Magic, un increíble establecimiento casi centenario que trata sobre los juegos de magia para aficionados, y quizá hasta para profesionales.
Su equipo de venta se conoce trucos incredibles que comparten con los clientes, creando de este lugar junto a Herald Square, un universo de experiencias, diversión y un destino diferente para encontrar un regalo irrepetible en una tienda vecina al que fue hogar neoyorquino del famoso Houdini. Mañana, más.
Otros temas María Luisa Funesel