El minimalismo japonés en decoración se representa en gran medida por el Feng Shui, ese arte de la simplicidad y la armonía.
Pero en Japón, el minimalismo no es una moda, sino toda una filosofía de vida que trata de crear en cada morada un centro de relajación, un refugio para el descanso. Los japoneses saben bien que los ambientes influyen en las personas y en su forma de vida. Una habitación desordenada, un jardín lleno de basura y hojarasca o un espacio poco limpio, afectan a aquel que lo visita.
En Japón, se cree que cada mueble, lámpara o artilugio nos hace sentir alguna emoción. Y el minimalismo enseña un modo de vivir sencillo, integrado en la naturaleza, que respete unas normas de descanso, disciplina y el arte zen. Es por ello que las casas tradicionales japonesas son frágiles, silenciosas y están poco cargadas. Se busca la decoración Zen, en la cual prima la funcionalidad: lo práctico es bello.
Y así, proliferan, las pantallas corredizas de bambú y papel que filtran la luz y los tatamis en el suelo, para caminar descalzo. Son frecuentes los jardines interiores que integran la naturaleza dentro de cada hogar.
Abunda el mobiliario bajo y simple, formado por pequeñas mesas y cojines. Los futones o camas japonesas, solo se extienden durante el día.
Los cuadros, jarrones y otros elementos decorativos son escasos y de diseño básico. Los calentadores y hornillos portátiles se reparten de modo funcional.
La arquitectura de estilo zen ha cautivado a clientes de todo el mundo: marcas de moda, grandes empresas de construcción, edificios médicos e instituciones y museos.
Los espacios cúbicos se rodean de lucernarios, paredes transparentes, mini jardines falsos con piedras y plantas, para conseguir ese relajante punto entre lo vivo y lo estático.
En Japón, tiendas, domicilios y hoteles hacen gala de esta estética, que también ha cautivado a las grandes casas de moda del mundo.
Los electrodomésticos también son un ejemplo de pureza de líneas y simplicidad, como este microondas de Muji, creado por Naoto-Fukasawa.
La vaporera de arroz nunca había presentado líneas más sencillas, con una tapa que incluso integra el cucharón de palo.
Naoto-Fukasawa ha creado también la tostadora más zen que hayamos nunca visto.
La vista desde un lado muestra el dominio de la geometría a la hora de crear una pieza simple, que se convierte casi en obra de arte.
Muji, la gran cadena de tiendas de productos japoneses, simples pero impecables, también distribuye este calentador de agua creado por Naoto-Fukasawa, que completa una serie minimalista y cuidada a la vez.
Otros temas María Luisa Funesel