Kate ha vuelto a las andadas con sus faldas de vuelo y sus minis bajo los abrigos. La que se habrá montado cuando la Reina haya visto que de nuevo salían volando los “bajos” de la madre del futuro Rey de Inglaterra… En Kensington, asomados a la ventana, estas cosas no se perciben. Pobre Kate, que tranquilidad cuando nadie la ve.
Se han ido a “hacer las Antípodas” para mayor gloria de la Commonwealth. Igual que hicieron en su día Carlos y Diana con un William aún bebé. Estos viajes parecen “consagrar” a la “familiy” de por vida de cara a sus súbditos.
Pero es raro que la Reina permita que los dos herederos viajen juntos. Es por ello que han organizado la estancia de tres semanas en Oceanía con múltiples viajes a los que el niño no asistirá, quedándose a su cargo su nueva nanny española.
A Kate le está dando por llevar trajes casi marciales, de corte de cosaco con casquete y todo, plagados de botones paralelos, que replican el estilo que Diana llevó durante un tiempo, su tiempo. El niño, monísimo, pero ni la mitad que su padre. George se parece a su abuelo materno (que tiene que estar que no cabe en si).
En estos viajes, realmente no se debería criticar mucho el atuendo de Kate, vistos los “vestidos típicos” con los que se tiene que enfrentar…
La niñera española, Maria Teresa Turrión (a ver si le enseña español) tiene pinta de figura de cuadro de El Greco. Una camisa menos sosa, unas medias o un bolsito en el el hombro no le irían mal, aunque ya se que ella va a lo que va.
Maria Teresa Turrión Borrallo ha estudiado en la prestigiosa, carca y renombrada escuela de Norland, de donde salen las mejores nannies británicas, tipo Mary Poppins actuales. William y Kate conocieron a Maria Teresa porque se ocupaba del bebé de unos amigos.
La Duquesa de Cambridge, que llegó en un wrap-dress de Max Mara al aeropuerto de Sydney, se cambió rápidamente para bajar las escaleras del avión en Wellington, Nueva Zelanda, con un conjunto rojo fuerte muy estricto y casi militar de la modista de su suegra Diana, Catherine Walker. La Walker nunca gustó a nadie mucho, pero su elección supone un nuevo guiño a la madre de William por parte de su nuera.
Se espera que lleve algunos vestidos menos rígidos, como este precioso traje de punto de seda violeta que utilizó hace unos meses. Harán acto de presencia sus “clásicos”: Issa, Jenny Packham y Alexander McQueen, todos políticamente correctos para una británica. Los Cambridge irán acompañados de 11 miembros de su equipo, incluyendo el personal de prensa, los secretarios, el personal de peluquería, mayordomo, asistente personal y la nanny. No está mal. Ellos caen bien y el viaje promete dar buenas imágenes. Seguiremos su periplo.
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