Cumpliendo años, a uno le preguntan lo que más le gusta del mundo. A mi me lo han preguntado muchas veces estos días. Con poco esfuerzo, recapitulo 10 cosas que disfruto imaginando.
1. Las casas en las que viví de pequeña. Patios, fuentes, luces, sombras, plantas, mármol, rejas, geranios y jazmines.
2. Mi infancia. Mis primeros amigos, mis hermanas, mis primos. Divertidísimo.
3. La Serena, maravillosa tierra de colores extraños. Árboles, caminos, plantas, romero, tomillo, el olor a orégano, las cigüeñas y el Santuario de la Virgen de Belén. Todo.
4. Un gazpacho diario, cada día en un lugar diferente o con una receta distinta.
5. Los Ángeles, sus paseos, playas y calles, preferiblemente al principio o al final del día. Interminables charlas con el Pacífico.
6. Las bibliotecas, para leer, pensar, investigar, soñar o crear. Verdaderas cuevas de placer para los que somos de mente inquieta. Esta es la maravillosa Widener de Harvard.
7. La arquitectura y la decoración marroquí, un baño de sensaciones estéticamente perfectas.
8. Mis amig@s, l@s que veo más y l@s que veo menos. Nada mejor que reír en grupo y difuminar las miserias rápido.
9. Leer frente al mar en una playa con poca gente alrededor y tiempo por delante. Por supuesto, papel, que es lo único que se ve bien con el sol, el calor y la arena.
10. Mi familia… como a todos.