En su permanente expansión, dentro del mundo de la moda, la joyería y la cosmética, LVMH ha adquirido una pequeña participación en la casa Repossi.
Repossi se fundó en Turín en 1920 y hasta ahora seguía siendo una diminuta empresa familiar. Constantino Repossi tomó el relevo del taller italiano de su padre, creando la marca durante la posguerra.
Las primeras colecciones presentadas en la tienda de Turín, abierta en 1949, tenían inspiración Art Deco y unían la formación técnica de Constantino como diseñador industrial y su vertiente artística.
Su hijo Alberto comenzó a diseñar piezas desde joven y lanzó la marca al extranjero cuando abrió su primera tienda importante en Mónaco en 1979.
Años más tarde, inauguró su tienda de París, en 1986, el mismo año que nació su hija Gaia.
Gaia Repossi se ha dedicado desde siempre a la joyería artística: desde los 21 años, y ante el vació de poder en casa y las conexiones con la familia Grimaldi, se ocupa de la dirección artística de la marca.
Sus diseños son transgresores con base en la joyería tradicional.
La austeridad unida a las siluetas escultóricas es parte del resultado de la empresa.
Tiene colecciones muy sofisticadas como Berbère, y otras más asequibles como Antifer. Anillos de compromiso, piezas de boda y ediciones limitadas son varios de sus fuertes.
Ahora, LVMH anuncia haber comprado una parte del accionariado. A buen seguro, será el lanzamiento oficial de la marca en el mundo.
El estilo brutalista, minimalista y Bauhaus de Gaia, que crea con un rabiosamente moderno minimalismo, es la sucesora de una marca que vende alrededor de unos 15 millones de euros. Su trabajo es parte del atractivo que la marca tiene de cara a la familia Arnault y al mundo de la joyería. El grupo LVMH, con esta adquisición parcial, aumenta su elenco de marcas de joyería, entre las que ya se encuentran Bulgari, De Beers, Fred y Chaumet.