Ivanka Trump montó en su día su propia marca de ropa y accesorios femeninos. Pero durante la campaña presidencial de su padre, la tienda cerró. Su dueña tiene ahora otras ambiciones, ya que en la moda no le funcionaron bien las cosas.
Se ha marchado de Nueva York, ha cerrado su piso de Park Avenue y se ha asentado en una casa en el barrio de Kalorama de Washington, el lugar de moda, donde también aterrizarán los Obama proximamente.
La hija favorita de Trump se ha convertido en socialité durante los últimos años, asistiendo a las fiestas más “posh”, abriendo su tienda y creando incluso su propio programa de televisión. Pero todo eso queda atrás ahora.
Ivanka se ha despedido de la empresa de su padre y de las oficinas de la Trump Tower. Ahora, quizás con un rol menos “oficial” que su marido -Jared Kushner- quien si ha conseguido ser nombrado asesor de Donald Trump, no se sabe muy bien como distribuirá su tiempo. Probablmente Trump cuente con ella para muchas cosas en la Casa Blanca, desde la política exterior con países clave como Israel, hasta la decoración de los salones o las estrategias mediáticas.
Su tienda en la calle Mercer del SoHo también ha quedado atrás. Era un espacio delicado y femenino de dos plantas, que ofrecía ropa, accesorios y joyería en un entorno acogedor. En su día, también había tenido Ivanka una joyería en la zona clave del sector, en Madison Avenue junto a la calle 61, pero se mudó en 2011 al más popular SoHo.
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