Algunos recordaran la Diane Keaton de Annie Hall o El Padrino. Pero para los que recordamos la Diane madura de “Cuando menos te lo esperas”, no cabe duda que la imaginamos en su fantástico despacho escribiendo, en su salón acristalado o en su elegante cocina blanca.
Y es que idealizamos más a la Diane Keaton de hoy, a sus 68 años, que cuando tenía 30 menos. Sus fans están de enhorabuena porque la actriz va a poner a la venta muchas de sus pertenencias a través de una web (www.onekingslane.com/sales/13547) y en la tienda de antigüedades de su hermana Dorrie Hall en Pasadena, Los Angeles (Monterey Garage Antiques).
Imaginemos teteras antiguas por 400 dólares y mantas de lana por 200. Diane pone a la venta 260 artículos deliciosamente escogidos, para aquellos que se lo puedan permitir, o para el deleite de los que quieran simplemente mirar.
Habrá libros de menos de $50, gadgets de cocina por menos de $40, cerámicas decorativas de jardín por $100 o una colección de sombreros, que le encantan.
Pero también se podrán comprar un azulejo de estilo maya por más de mil dólares o un mural de John Heller por casi 54.000.
Incluso están a la venta varios pares de gemelos de turquesas y plata a $157 cada par, algo muy del vestuario a veces masculino de Diane.
No se por qué, pero imagino cada una de las piezas “ungida” por la energía positiva de esta mujer inteligente y dinámica, que apostó por adoptar dos niños cuando ya había cumplido los 50 y que no ha dejado de colaborar en buenas películas en las últimas cuatro décadas.
Sin duda, una buena idea desprenderse de cosas cuando se avanza en la vida. No nos llevamos nada puesto.
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