Kirchner Tremenda

Cristina Fernández de Kirchner es un cajón de sorpresas. Esta mujer es polémica hasta por su imagen. Con la devaluación del Peso a un nivel realista, ¿estará entrando en razón?

La Kirchner ha sido desde luego un ejemplo de mujer decidida, valiente y, eso si, creída como ella sola. Aunque esté fastidiando la vida de los argentinos, la de los ingleses o la de las grandes empresas españolas presentes en Argentina, hay que reconocer que se enfrenta sin miedo a todos los toros. No se achica. Una fiera. Tremenda.

Cristina ha sabido siempre vestirse acorde con las circunstancias, sacándose partido y ocultando sus defectos. La Kirchner es una mujer muy presumida, que vive volcada en su guardarropa y en sus retoques. Todo le da resultado, porque esta abogada de profesión convertida en Presidenta de Argentina cumple 61 el mes que viene y está estupenda.

Para ser justos, Cristina-me-quiere-gobernar siempre fue mona. Pero ha seguido cuidándose y comprando ropa como Evita Perón. Sabe ir en traje de chaqueta, con falda, con pantalones, elige vestidos más sofisticados para actos oficiales, utiliza pocos colores y tejidos variados.  

En las ocasiones de gala, antes metía la pata con faldas de “negra zumbona” y peinados rococó, tops semi-horteras y llegaba siempre tarde, como cuando la recibieron los Reyes en Madrid. Pero ahora se ha modernizado y hasta de largo va estilosa, con vestidos más sencillos, peinados naturales y accesorios “sonoros”.

Pero veamos, que sorpresa, la cara de Cristina cuando no va -como ella misma dice – “pintada como una puerta”. Incluímos una foto con el difunto Néstor para que no haya duda de que se trata de la señora Presidenta. Es otra… Se me ocurre que esto tiene una gran virtud: puede pasar desapercibida para el público general yendo de compras en el barrio de Palermo en Buenos Aires sin que la reconozca ni el gato.