La obsesión de ciertas princesas por marcar cuerpo y lucir pierna no tiene fin. Más volcadas en su imagen -cual modelo o actriz de turno- que en el rol que representan desoyen los consejos “Reales”.
Aunque Kate Middleton suele ir más elegante cuando está embarazada que el resto del tiempo, su rentrée a la vida pública tras casi dos meses de “baja” por su segundo embarazo, ha sido con un ridículo modelo más de corte pingüino que de corte duquesa. La “obra”, de la cursi y británica Jenny Packham, la ha llevado a la ceremonia de entrega de los premios Wildlife de fotografía en el Museo de Historia Natural.
El modelo, en azul muy claro, incluía una falda mini casi a mitad de la pierna, mientras que por atrás, como si de las alas de un insecto se tratara, salía una falda larga hasta el suelo. Es absolutamente innecesario mezclar tripita con minifalda, pero se ha gustado y ha decidido enseñar el material. La Reina Isabel, que ya le ha dicho que recorte su melena, alargue sus faldas y use joyas de verdad, tiene que estar que trina.
Para más inri, Kate ha elegido unas joyas de factura española, obra de Mónica Vinader, que aunque van de los 900 euros de los pendientes a los 3000 del collar, no sabemos si serán del gusto de “su graciosa Majestad”. Otra curiosidad es que premiaron al pequeño Carlos Pérez Naval, un niño de Teruel que a sus 9 años ya cosecha éxitos en la fotografía. Es de agradecer que la duquesa de Cambridge promocione tanto España ;-).
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