La elegante Gwyneth Paltrow se separa amistosamente de Chris Martin. Este icono del estilo actual no siempre fue el cisne que hoy vemos en la alfombra roja. Nacida en Los Ángeles hace 41 años, Gwyneth vivió en un entorno “de cine” ya que sus padres se dedicaban como productor y actriz, respectivamente, al séptimo arte. De familia judía y alemana, siempre ha tenido una belleza discreta y serena.
Pero su estilo actual no viene de aquel entorno, ya que esta norteamericana -que solo estudío 6 meses la carrera de historia- lucía el estilo habitual de su zona, cómodo y despreocupado. Tuvo la suerte de que su padrino, nada más y nada menos que Steven Spielberg, le ofreciera el papel de Wendy en “Hook”, la película sobre Peter Pan. Y el resto es historia.
El éxito de la película Seven la llevó al estrellato, más bien quizás por su relación con Brad Pitt que por su papel. En esa época experimentaba con estilismos varios, mimetizándose con el propio Pitt.
Varias películas y varios novios más tarde, Gwyneth fue probando estilos y peinados, con desigual suerte.
La alternativa de “morena clara” de pelo largo con ropa de tonos drásticos no le duró mucho tiempo, ni tampoco le favorecía especialmente.
El pelo corto y los medios tacones, tampoco acabaron de convencerla.
Los escotes no le favorecen, aunque ha tardado años en darse cuenta.
Aún menos si se trata de chaquetas sin camisa debajo, mezcladas con faldas a lo “Casa de la Pradera” y botas de piel en punta para “rematar”.
Arregló varios “aspectos” de su físico para que le favorecieran los escotes bajos un poco más.
Sus experiencias con sombreros, tops raros y accesorios poco habituales, han quedado relegadas a las fotos de años previos.
Sus “momentos transparencias” han quedado en el olvido, tanto por innecesarios como por poco favorecedores.
Si quiere ser una de las “elegantes”, las minifaldas no son lo que más le favorece y aún menos acompañadas de las tremendas medias brillantes que ha usado en más de una ocasión.
Pero la mujer de los mil estilismos, que ha pasado por todos los “looks posibles”, ha ido aprendiendo y reconociendo aquello que no le sienta bien.
Actualmente, con una carrera consolidada, dos hijos y una imagen consistente, cuenta con el apoyo de muchas marcas para vestirse de modo impecable. Tom Ford, Gucci, Ralph Lauren o Valentino, entre otros, están a su disposición. Sus amigas Madonna, Claudia Schiffer y Stella McCartney, la aconsejan en dieta, operaciones de estética, maquillaje y gimnasia. Y así consigue estar mejor que hace 20 años, algo poco usual.
Gwyneth ha conseguido que los creadores la elijan para vestir sus piezas emblemáticas, manteniendo un estilo limpio y discreto que nos encanta. Ha costado 20 años, pero se ha convertido en una de las elegantes.
Gwyneth vestida de Tom Ford en los Oscars de 2012
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