Hubert d’Ornano, empresario pionero del mundo de la cosmética y de la creación de marcas de alto nivel, nos ha dejado.
D’Ornano había fundado la casa Orlane hace décadas y la empresa Sisley posteriormente. Este visionario, activo, elegante y creativo hombre de negocios había nacido en 1926 en Polonia. De niño, se trasladó con su familia a París.
Y de casta le viene al galgo porque su padre, Guillaume d’Ornano, fue uno de los fundadores de Lancome en los años 30. Hubert y su hermano Michel, asociados con su padre, emprendieron un proyecto de perfumes a finales de los años 40. El padre vendió su participación en Lancôme y fundó con sus hijos la marca de cosmética Orlane en los años 50.
Hubert lideró la expansión de Orlane en Europa y Estados Unidos y acabó vendiendo la marca. Con la situación airosa adquirida, emprendió el proyecto Sisley, una marca que se hizo famosa por su carísimo protector de bronceado y que luego ha seguido creciendo sin parar.
Parte del éxito de Orlane había sido el uso de tecnología punta y de ingredientes de primer orden, así como la apertura del Instituto Orlane. En 1976, cuando recompró la marca Sisley, especializada en cosmética con productos botánicos, se integró en el equipo su esposa, Isabelle d’Ornano.
La estrategia elitista de Sisley supuso un éxito: parecía un producto solo reservado a unos pocos y esto lo hacía aún más deseable. ¿Qué componente milagroso tendrá esa crema para costar tanto?, se preguntaban las posibles clientas, según recordaba Elizabeth d’Ornano. Inicialmente, solo se distribuía en puntos de venta restringidos de los Estados Unidos. Básicamente en los exclusivos Bergdorf Goodman de Nueva York y en Neiman Marcus.
Los Ornano, guapos, elegantes y con sangre azul por sus venas, han tenido siempre la capacidad de crear un estilo de vida sofisticado en sus casas, sus cenas y sus marcas. Muchos de los eventos de prensa tienen lugar en su casa de París, un piso frente al Sena con una decoración exquisita. Este “grandeur” decorativo que preside todas sus residencias, ha dado siempre el toque de clase a sus marcas, aun siendo estas empresas de caracter técnico.
Sisley, aún hoy en manos de la familia d’Ornano, está aún entre las empresas de cosmética más sólidas del panorama internacional. Sunleÿa y Eau du Soir son dos de sus best-sellers. Sigue siendo una prueba evidente de que se puede crear marca si se cuenta con un producto que desafía lo que existente y si se sabe vender con aura. Y sobre todo, de que un precio alto, factor que limita la demanda en productos normales, puede ser un elemento de atracción en ciertos casos.
La viuda de Hubert y la tercera generación de la familia d’Ornano siguen llevando la empresa. Su hija Elizabeth, casada con Emilio Botín O’Shea, reside en España desde hace más de dos décadas, aunque forma parte del Consejo de Administración de la empresa. Auguramos continuidad a un proyecto familiar impecable.
