La tradición portuguesa de los azulejos y la cerámica, no se queda en los platos. Los portugueses, elegantes y creativos, le sacan partido a sus tradiciones.
Pero reformar este edificio del siglo XIX en el centro de Oporto ha sido un ejercicio de respeto.
El estudio portugués OODA ha llevado a cabo la reforma, creando 14 estudios en el interior sin estropear su exterior.
Se ha integrado de manera conservadora incluso la puerta del parking.
En la parte trasera se ha creado un jardín vanguardista.
La ciudad de Oporto “sufre” un positivo proceso de renovación actualmente. Se recuperan edificios abandonados como este. Estupenda iniciativa.
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