¿Me puedo ir ya? Con esta frase y otras ocurrencias que han animado la gala de los Goya, ha recibido la genial Benedicta Sánchez su premio como actriz revelación. Vestida de Adolfo Domínguez, con un pelazo envidiable, un tono de piel saludable y una gran simpatía, esta belleza de 84 años se ha llevado una de las grandes sorpresas de su vida.
“Quiero un Goya para Galicia, mi tierra chica. A miña terra meiga” o “Estoy enamorada de España” fueron algunas de las deliciosas frases de esta actriz, que ha pedido: “a mi hija y a mis queridos nietos: que no se olviden de la yaya, que les quiere mucho”.
Benedicta, que ha participado en la película “Lo que arde”, rivalizaba para el premio con Carmen Arrufat por ‘La inocencia’, Pilar Gómez por ‘Adiós’ y Ainhoa Santamaria por ‘Mientras dure la guerra’.
Antes de Lo que arde, de Oliver Laxe, un director franco gallego, Benedicta había participado en otra película premiada con el mismo realizador: Una cierta mirada.
Benedicta nació en Os Ancares (Lugo) y se presentó al casting de la película tras la insistencia de su hija. Aunque nunca había colaborado en ninguna película, Oliver Laxe tuvo claro que sería ella la elegida para el rol.
El productor de “Lo que arde”, Koldo Zuaza, ha declarado que Benedicta es “una persona extraordinaria que trasmite mucha verdad” y todos los participantes en la película coinciden en haber disfrutado trabajando con ella. Eso es inclusión, integración y respeto, y son oportunidades y alegrías. Lo demás son tonterías. Y es que hay, en España y fuera de ella, muchas mujeres de más de 70 y 80 años absolutamente estelares. Enhorabuena, Benedicta.
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