Es indiscutible que los atuendos de las primeras damas norteamericanas tienen un gran impacto en el estilo imperante durante unos años y que a las casas de moda les interesa que escojan piezas suyas, pues son de las mujeres más fotografiadas del mundo durante el tiempo que sus maridos están en el despacho oval (o mientras ellas ostentan el cargo, como la vicepresidenta Kamala Harris).
Pero si bien es cierto que las zapatillas “Converse” han vuelto a la actualidad por Kamala Harris, no lo es que los abrigos azules y morados de Jill Biden estén sentando tendencia. Y es que cada persona tiene un carisma distinto y no todas las primeras damas han influido en la moda de su tiempo. Repasamos el impacto de las primeras damas históricas, en forma de ranking de menor a mayor influencia en el mundo de la moda.
13. Eleanor Roosevelt
La primera dama que más tiempo lo ha sido en la historia de los Estados Unidos debido a los repetidos mandatos de Franklin D. Roosevelt (4 ) causados por la Segunda Guerra Mundial y la Gran Depresión, se convirtió con el tiempo en asesora de los políticos posteriores y mujer muy influyente. Pero en cuanto a estilo, Eleanor era un completo desastre. Aunque, eso si, para cada toma de posesión de su marido, se dejó asesorar escogiendo vestidos fluidos, correctos y favorecedores. El resto del tiempo, Eleanor era la antítesis del charme femenino.
En la toma de posesión de Dwight D. Eisenhower en 1953, su esposa vistió un elegante modelo de seda bordada con pedrería diseñado por Nettie Rosenstein con un bolso de Judith Leiber y un abrigo de pieles para la jura del cargo. En la segunda toma de posesión de Eisenhower llevó de nuevo un abrigo de pieles y otro vestido de Resenstein para la gala, esta vez en amarillo y más atrevido. No obstante, por su físico o su edad, o su apariencia de abuela, no logró en aquella época que sus estilismos influyeran en el público en general.
Aunque inauguró un estilo estremadamente sobrio y minimalista, con grandes abrigos y muchos azules fuertes, que aún hemos visto en la ropa escogida por Kamala Harris y Jill Biden para la toma de posesión de Biden, quizás su estilo de abuela de América, su ausencia de complementos o su falta de sofisticación hicieron que pasara sin pena ni gloria su impacto en la moda.
Laura Bush se estrenó en el primer mandato de su marido con horribles abrigos sin forma – emulando a su suegra- y una falta total de charme. Pero en el segundo mandato, aceptando la ayuda de Oscar de la Renta, brilló con sofisticación y corrección, aunque nunca fue un modelo inspirador en el sector.
Elegante y actual, Pat Nixon había sido mujer del vicepresidente durante un mandato de Eisenhower y estaba cómoda con la elección de prendas. Acertaba con sus trajes de chaqueta actuales y en la toma de posesión de Nixon en 1969 escogió un abrigo cruzado rosa de Jay Sarnoff Custom couture, una marca americana, mientras que para la noche eligió un vestido de satén de Karen Stark para Harvey Berin. En la jura del segundo mandato de Nixon escogió un abrigo verde azulado y un vestido largo turquesa para la noche. Pero su impacto en la moda no fue, en general, importante.
7. Betty Ford
Escogió para le toma de posesión del repentino mandato de Gerald Ford tras el impeachment de Nixon un correctísimo y elegante traje de chaqueta azul rematado en blanco con falda evasé. Elegante y actual, defensora de la mujer, de la lucha contra el cancer y contra el abuso de substancias, Betty Ford fue ejemplar y discreta en su guardarropa y muy seguida por sus estilismos.
6. Rosalynn Carter.
Rosalynn nunca vistió bien ni supo combinar prendas, pero si que fue una abanderada de la modernidad e impuso sus pantalones, el uso de botas altas y un ahorro en cuanto a número de prendas utilizadas en público. Rosalynn, que se sentaba en las reuniones del Gabinete de su marido, Jimmy Carter, no fue una primera dama con mucha presencia pública en galas y en la gala inaugural de mandato de su marido en 1977 reutilizó un modelo que había llevado en su estreno como gobernador de Georgia en 1971, acompañado de un abrigo nuevo.
5. Nancy Reagan
Escuálida y con una cabeza bastante grande, Nancy Reagan no obstante fue capaz de tornar su físico de señora de edad avanzada en un busto fashionista con la ayuda de Galanos y Oscar de la Renta, atreviéndose con vestidos palabra de honor y de escote asimétrico. A su manera, dio grandeza a la moda femenina norteamericana.
Relativamente acertada en sus atuendos en las dos tomas de posesión de su marido, especialmente desde que empezó a contar con el apoyo del maravilloso Oscar de la Renta que se convirtió en uno de sus grandes amigos, Hillary cometió muchos errores de estilismo durante años y a menudo acudió poco favorecida a los actos con pantalones que no le iban, zapatos poco adecuados y colores rechinantes. Pero desde luego influyó, incluso su peinado lo hizo, en la moda del momento.
La potente y decidia Michelle Obama eclipsó visualmente con frecuencia a su marido, con sus peinados, sus vestidos y largas uñas. Escogió prendas muy favorecedoras con las que parecía menos rotunda. Se estrenó en el primer mandato con un algo anticuado conjunto amarillo de Isabel Toledo en 2009, combinándolo con accesorios de moda a buen precio. Pero rápidamente se supo sofisticar utilizando a creadores de origen internacional pero instalados en los Estados Unidos, como Jason Wu, que estuvo a cargo de sus dos vestidos de gala en tomas de posesión o Takoon. Obama ha sido un símbolo y ejemplo a seguir en cuanto a estilismo por las mujeres afroamericanas y sigue influyendo en la moda con sus acertadas apuestas.
2. Melania Trump
Conocida por su mal gusto, su exageración y afición por los logotipos y el bling bling antes de entrar en la Casa Blanca, al convertirse en primera dama, Melania Trump supo dejarse asesorar por expertos en la materia y cumplir con su rol, al menos visualmente. Utilizando muchas marcas europeas de primer nivel, ha sido muy imitada pero también criticada, si bien siempre supo adecuarse al protocolo con brillantez.
Jackie Kennedy no solo fue la primera dama más influyente en la moda, entonces y aún ahora, sino uno de los grandes iconos de estilo de todos los tiempos. Con un bolso de Gucci a su nombre, una colección de prendas fabulosas, la influencia inicial de Oleg Cassini y su buen ojo para elegir, Jackie Kennedy brilló como ninguna otra primera dama, como una verdadera reina de estilo a nivel global, con su inspiración sofisticada y europea y su interesante físico.