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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

Paloma Elsesser, la modelo curvy que ha cambiado las perspectivas

Protagoniza de nuevo la portada de Vogue USA

María Luisa Funesel

Paloma Elsesser posee unos rasgos divinos.  Modelo curvy de origen afroamericano, chileno y suizo, ha conquistado -pero de verdad- al público, la prensa y las grandes marcas. Ha sido rostro de Nike, Glossier o Pat McGrath (estas últimas, dos marcas de maquillaje), ha protagonizado la portada de Vogue y ha desfilado en la Semana de la Moda de Nueva York. (Sobre estas líneas, fotografía de A. Leibowitz para un reportaje en Vogue USA).

Esta modelo, que ha conquistado el mundo de la moda y la cosmética, nació en Londres en 1992. De padre chileno-suizo y madre afroamericana, se mudó casi recién nacida a Los Ángeles, donde sufrió el bullying de sus compañeros en un colegio con mayoría de raza blanca.

Cuando se marchó a Nueva York para estudiar psicología comenzó a comprenderse y quererse, a ver que ella también podía aportar belleza. Y en un golpe de suerte la maquilladora Pat McGrath la reclutó para su campaña de publicidad al descubrirla en su Instagram, @palomija. Desde entonces ha retocado ligeramente su rostro hasta convertirlo en una obra de arte.

Más tarde participó en otras campañas de maquillaje, como la de “Body Hero” para Glossier o la de Fenty (Rihanna). Paloma siempre supo que era guapa “de cara” y tuvo la suerte de no ser la única en pensarlo. Incluso ha llegado a protagonizar campañas para Nike. 

Paloma Elsesser también participó en la semana de la moda de Nueva York como modelo en 2018. En un mundo que consideramos lleno de críticas ante cualquier plusperfección física, es loable ver como los nuevos valores de la sociedad (no de todo el mundo, por desgracia) impulsan a la inclusión y el respeto a todos los orígenes, físicos y sensibilidades.

“Ser gorda no significa ser fea”, ha declarado esta belleza rotunda, que lo mismo posa en un poster gigante desnuda en las calles de Nueva York que promociona los “souties” deportivos de Nike o ropa interior de Bonds. Dicho y hecho. Ha cambiado los parámetros de lo correcto y de los ideales griegos de belleza.

Y es que la vida real está llena de personas con diferente físico que solo ahora parecen ser representadas en las campañas publicitarias, de igual modo que es ahora cuando se crean piezas para todos los físicos y tallas.

Paloma, que hace deporte regularmente, se ha convertido en el estandarte de la inclusión, integrándose en grupos de acción en el mundo de la moda, el cine o los influencers. Consciente de su gran visibilidad, ha visto como se utilizaba su imagen de un modo positivo y su talla, como ejemplo de la norma entre cientos de millones de personas.

Con una belleza casi inclasificable, aunque racialmente en los Estados Unidos se la considere afroamericana por serlo al menos en un 50%, sus rasgos se confunden a veces con los de las hispanas y en ocasiones con las de algunas europeas.

Representada por IMG, la agencia de modelos que dio a conocera a Ashley Graham, otra curvy exitosa,  Paloma Elsesser ha conseguido desfilar para Fendi y Ferragamo y ha comenzado a trabajar para la marca Coach.

Y es que un nuevo tipo de modelo se ha hecho indispensable en las pasarelas de Milán y Nueva York, en las campañas de publicidad de moda y en las redes sociales. Elsesser, Alva Claire o Precious Lee son algunas de las nuevas estrellas de la moda, que ya han superado a las modelos curvies que tienen un origen racial más habitual en las publicidad, como Candice Huffine, Ashley Graham o Alessandra García Lorido, hija de Andy García.

Precious Lee y Candice Huffine

A partir de ahora, la variedad de razas y orígenes, de siluetas y preferencias personales, será otra condición importante. También lo será tener un carácter propio, un estilo personal y una historia particular. Adiós a la triste monotonía de seres famélicos cortados por el mismo patrón.

 

 

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