“Todos los días de la semana llevo ropa de domingo”, solía decir Margaret Thatcher cuando era primer ministro del Reino Unido. Y es que la primera mujer en el cargo en su país, supo combinar la sencillez requerida con un toque femenino a menudo inspirado en la Reina de Inglaterra. Hija de modista, siempre confesó que le gustaba la moda. Desgranamos su guardarropa.
El bolso
“Cuidado con el bolso”, se cuenta que espetó un representante del Gobierno estadounidense a Mihail Gorvachov en uno de sus grandes encuentros con Margaret Thatcher. Desde entonces, el arte de hacer un “handbag” entró en el diccionario de Oxford como signo de trato despiadado y firme. La Dama de Hierro solía llevar sus bolsos de cuero de manufactura británica y asa corta con cierta displicencia, al menos que lo sujetase con fuerza en su codo para hacerse paso e imponerse en alguna reunión, ya fuese una pieza de Launer -la marca que usa Isabel II- o de Asprey, ambos de manufactura británica.
Los abrigos estrictos
Las dos mujeres más importantes del Reino Unido coincidieron en numerosas ocasiones vistiendo abrigos invernales de corte sencillo que cubrían sus vestidos cual armadura imaginaria. Es probable que Margaret Thatcher se inspirase en la Reina de Inglaterra al escoger muchas de estas prendas, pero declaró recordar los mítines de los políticos conservadores británicos, siempre ataviados con buenos abrigos.
Los trajes sastre en azul
Los conjuntos de falda y chaqueta perfectamente orquestrados, principalmente en azul, el color de los Torys, servían a Margaret Thatcher para emular a los trajes de chaqueta de los políticos británicos de la época, aunque ella siempre se reservaba un detalle femenino para complementarlos.
Sombreros y tocados
Desde muy joven, a Margaret le entusiasmaban los sombreros y tocados, un accesorio del que tenía una amplia colección. Ya en su extraño atuendo de boda lució un vestido de terciopelo azul oscuro con un tocado de plumas de avestruz.
Los vestidos de gala
Cuando Margaret Thatcher olvidaba replicar a su Reina era en las noches de gala, escogiendo piezas osadas o vestidos de estampados en coloridos llamativos que Isabel II nunca se hubiera atrevido a lucir.
La buena costura
Hija de una modista, Thatcher mostraba un claro interés por las piezas bien hechas, con chaquetas y hombreras de sastrería. Solía encargar sus trajes en Aquascutum, Susan Small o Mansfield, casas de modas británicas. Pensaba Thatcher, de modo acertado, que llevar ropa bien cortada, algo repetitiva y sobria, centraría la importancia en su discurso en lugar de en su guardarropa.
Las camisas de lazo
La primer ministro se dejaba fotografiar entre fogones en casa para dar menos miedo. Aparecía en la cocina, con sus eternas camisas de lazo, una moda de absoluta actualidad, para suavizar su enérgicas imágenes montada en tanques de guerra.
Las perlas
Tras recibir su primer collar de perlas como regalo de su marido tras el nacimiento de sus mellizos, la Premier se aficionó a este tipo de joya hasta el punto de poseer una buena colección.
El “casco”
Con frío o calor, lluvia o truenos, Margaret Thatcher nunca abandonó su peinado estilo “casco”, que fue creciendo en volumen con el tiempo. Se preocupaba de tener peluqueros preparados para hacerle el “crepado” allá donde fuera. Este domingo 15 de dicembre, la cuarta entrega de “The Crown” en Netflix, repasará atuendos y curiosidades de una mujer poderosa que se supo salir vencedora de huelgas y guerras entre 1979 y 1990, sin dejar nunca de lado faldas, broches, tocados, perlas y lazos.
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