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Blogs Laboratorio de Estilo por María Luisa Funes

Improvisar un despacho en casa

María Luisa Funesel

En un momento en el que se impone el teletrabajo – y esto será una tendencia a largo plazo-  contar con un pequeño espacio para concentrarse resulta casi imprescindible. Para aquellos que no disponen aún de despacho en casa, revisamos buenas alternativas.

Un espacio en el balcón

La mínima expresión, pero lo suficiente para tener algo de intimidad y una vista de las calles (vacías). Si no hay espacio, unos cojines y una mesita o taburete, bastarán.

Junto a una ventana

Acercar una mesa pequeña (o grande) a una ventana, hace más agradable el momento de trabajar o escribir, tomar un café o charlar por teléfono.

En una terraza cubierta

Instalar una mesa, un sillón cómodo, una gran planta y una lámpara en una terraza cubierta para aprovechar un espacio poco transitado y con mucha luz.

En el dormitorio

Para más privacidad, sobre todo en las familias numerosas, puede ser útil trasladar una mesa de apoyo o de despacho del salón a una habitación.

En el hueco de la Televisión

Los estantes de la televisión o del router en un pequeño salón son a menudo un lugar estupendo para trabajar con el ordenador.

En un armario

Con la ventaja de convertirse en un espacio que aparece y desaparece al cerrar las puertas, un armario proporciona baldas para archivos y hueco para una balda o una mesita plegable. El sillón se acerca cada vez que se necesite trabajar.

En la despensa o la kitchenette

Si no tiene mucha actividad, una despensa, un “butler’s pantry” o una kitchenette de poco uso, puede ser el lugar perfecto para trabajar, cerrándose la puerta al acabar. Un despacho escamoteable.

En un altillo

En el hueco de camino hacia la terraza o la azotea, puede haber un par de metros cuadrados, suficiente para instalar una balda o colocar una pequeña mesa plegable, una silla o sillón y una estantería si fuese necesario.

En un rincón del vestidor

Quizás es este el momento de convertir algunos metros del vestidor – si se tiene- para colocar archivos, un flexo, el ordenador y un sillón con ruedas, colocando en otro lugar zapatos o bolsos. Si tiene ventana, el no va más.

En el doblado o buhardilla

Esas zonas de la casa con menos uso por la pendiente del techo son la zona ideal para aprovechar creando pequeños despachos. Al fin y al cabo, estando sentados no molesta la poca altura.

En el hueco de una antigua hornacina

El hueco de una antigua puerta, una hornacina o una estantería facilita la mitad del espacio necesario para instalar un pequeño bureau al que acercar una silla cuando sea el momento de trabajar.

Sobre dos muebles de cajones

Instalando un tablón o una balda ancha de madera sobre dos muebles de cajones sencillos, se crea un espacio de trabajo inmediatamente.

En un rincón del salón

Los salones rectangulares que están separados del comedor formal suelen tener un hueco lateral que se puede utilizar para instalar una pequeña mesa y un sillón. No faltará luz ni enchufes para conexiones eléctricas. Los muebles, aún ahora en período de confinamiento se pueden pedir a Sklum o Kenay.

En el hall

En la entrada, si no existe una consola se puede adquirir una sencilla y blanca como esta en IKEA para colocar uno o dos espacios de trabajo.

Bajo la escalera

Si existe un hueco bajo la escalera de la casa, es este uno de los espacios más adecuados para crear un mini despacho, quizás permanente. Sillones de trabajo, por ejemplo en Maison du Monde.

Entre dos puertas

En cualquier espacio disponible entre habitaciones o entre armarios, se puede colocar una mesa plegable y un sillón de trabajo.

En la galería

Cada vez menos frecuentes, las galerías son espacios que aún se encuentran con frecuencia en Galicia y Asturias, en Barcelona, Cádiz y en casas de hace 70 o 100 años. Son el espacio más apetecible para montar un despacho (¿permanente?) o una zona de estudio, ya sea para una o más personas. La cosa es poderse concentrar varias horas en un espacio relativamente individual. Es posible que tener un despacho en casa se convierta, como ya es normal en otros países, en algo habitual a partir de ahora, incluso cuando acabe el confinamiento.

 

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