Conste que opino de odas, pero, qu odas! No he querido saber de este asunto ms de lo necesario para alcanzar a entender que no es de mi agrado. Como no lo son otros muchos, ya lo s. Aunque otros muchos me irritan y me hacen hablar, y este me duele y desarma las palabras.Por eso por otros batallo y en este slo pido al Cielo. Por eso en este me he dicho: Mejor no mires y as no sientes. Pero se me van los ojos, se me va la mente. No puedo evitarlo cuando entro en San Lorenzo y de camino a Dios en la cruz me topo de frente con la realidad y me acuerdo de las odas. Entonces se me van los ojos, se me va el corazn. Dicen que ha dimitido... Dicen que su casa de hermandad... Que no van a llegar de vuelta... si es que hacen la ida, que hay quien duda de la viabilidad de la asociacin de fieles. No s si ellos son los hombres de poca fe o yo el de poca informacin sobre el tema, en el que no voy a buscar culpables; ya hay muchos jueces juzgando y fiscales sealando. Me limitar a confiar en que se solvente, a pedir al Cielo y dejar el mazo para los que deben darle si es que antes no lo hicieron. Y cuando esos lo acaben de usar, se lo ofrezco a quienes gustan de ver a sus hijos disfrazados de costaleros, romanos y mantillas en la actividad extraescolar del colegio y nunca han pensado en vestirlos de hebreos en la procesin que a los nios nos vuelve locos cada maana de Domingo de Ramos. De Ramos he dicho aunque le coman terreno los cirios delante del Seor de los Reyes y aunque no sean palmas las que trencen la cruz de gua que marca el camino. No lo puedo entender, yo que voy tan risueo con mi ramita de olivo buscando al Bendito que nos llega en el nombre del Seor. El Imprescindible del da que dicen que no lo est pasando nada bien como los cofrades que no entendemos su Semana Santa sin haberlo visto avanzar. Slo Santa Marina lanza mejor mensaje que este que viene por la ojiva de San Lorenzo. Que nunca falte y siempre nos llegue montado en la Borriquita.