Anthony Holden, presidente de la Federación Internacional de Poker (IFP), ha propuesto que este juego sea una actividad extraescolar más, apoyado en estudios de la Universidad de Harvard. ¿Su argumento?: «Al igual que otros deportes mentales, el póquer es una herramienta de educación perfectamente válida. Promueve el desarrollo de la concentración y de la memoria, ayuda a desarrollar una mente estructurada y potencia el razonamiento y los patrones de comportamiento positivo».
Clase de póquer en Manhattan. Foto: «The Wall Street Journal»
Más de uno habrá dejado de atender cuando ha leído lo de deporte mental. El resto de palabras parece menos discutible, aunque muchos echarán en falta alguna consideración sobre los riesgos que conlleva la medida. A Juan Manuel Pastor, presidente de la Federación Española de de Poker y la voz del poker nacional en televisión, le parece «una idea interesantísima». «Me alegra ver la aceptación del poker como un ejercicio mental en Estados Unidos. Ojalá podamos debatir su introducción en los colegios en España o por lo menos llevar a cabo unas pruebas para entender su impacto y nivel de aceptación».
Anthony Holden citó como ejemplo el Instituto Henry Street de Manhattan, que cuenta con un club de póquer desde 2007, lo que ha merecido reseñas en el «Wall Street Journal». En diciembre contaba en este post que en el instituto George Mason de Virginia un maestro de matemáticas animaba a sus alumnos a participar en un club de poker, que se convirtió rápidamente en una de las actividades extraescolares más demandadas… y controvertidas.
Algunos chavales de Virginia también saben lo que es dar clases de poker. Foto: The Washington Post»
«Lo que puede salir mal en el poker tiene paralelismos con lo que puede salir mal en la vida», explica el presidente de la Federación Internacional de Poker. «Te pueden pillar un farol en el poker y en una mentira en la vida. En ambos casos, uno de los grandes desafíos es mantener tu ego bajo control». Holden está además convencido de que el juego «ayudaría a los estudiantes a adquirir conocimientos y experiencia fundamentales para la vida más allá de las mesas de juego».
Keith Whyte, director del Consejo Nacional de Problemas con el Juego, no niega las virtudes de enseñar el póquer a los más jóvenes pero también advertía al «Wall Street Journal» de los riesgos: «Creo que para la educación de la inmensa mayoría puede ser bueno y que se pueden enseñar grandes habilidades, pero también tiene un coste». Whyte advirtió que entre el 4 y el 6 por ciento de los chicos se convertían en adictos al juego, lo que estaba vinculado a otras adicciones, como las drogas. «No decimos que se prohíba», añadió, «sino que debe enseñarse el juego de una manera responsable si lo vas a utilizar como una herramienta educativa”.
Esto nos lleva (o no) a la siguiente historia:
El chico de 12 años que se gastó 7.000 libras de su padre
El protagonista se llama Declan Hind, un chaval de 12 años que empezó a jugar al póquer en el móvil, con dinero de mentira. Tanto éxito tenía con las fichas falsas que decidió «cambiar de nivel». El chaval aprovechó un día que su padre le prestó la tarjeta de crédito para comprar un regalo a su madre y decidió arriesgarse con libras de verdad, de las esterlinas.
Hind padre e hijo. Cuando no miraba el fotógrafo las manos del primero rodeaban el cuello del segundo. Foto: «Mirror News»
El señor Hind (52 años y un corazón algo más castigado) descubrió lo manta que era su hijo jugando con dinero cuando vio que había sobrepasado su saldo, de 7.000 libras. Parte de la prensa británica ha publicado incluso que miles de chicos en el Reino Unido tienen un problema con el juego. ¿Es mejor enseñarles a jugar con cabeza o tratar de mantenerlos apartados?
El presidente de la IFP lo tiene claro. El 13 de junio participó en una conferencia en la escuela de Derecho de Harvard sobre los beneficios que el poker y otros deportes (o juegos) mentales como el ajedrez, las damas y el go podrían aportar a millones de niños en todo el mundo. La charla llevaba por título precisamente «Llevando los deportes mentales al aula y más allá» y fue organizada por el profesor Charlie Nesson, quien recalcó que los conceptos esenciales de los deportes mentales son una herramienta educativa, y que podrían ser de gran beneficio para el aprendizaje de los alumnos.
De la jornada se hizo eco la revista «Harvard Magazine», que resumía el punto de vista del profesor Nesson: «La educación debe conseguir un equilibrio entre los deportes físicos y mentales. Cuando enseñamos cosas a los niños, podemos empezar con el juego, que es lo que ellos conocen. Las escuelas tienden simplemente a hacerlo desaparecer en algún momento y las fracciones y el álgebra son la muerte de las matemáticas para muchos niños. Pero en un juego, no son solo símbolos abstractos, sino herramientas». La conferencia, por cierto, terminó con una larga sesión de póquer en la biblioteca Landgell del centro.
Si has llegado hasta aquí, es probable que tengas una opinión y quieras compartirla. No lo dejes para luego.
Poker Federico Marín Bellónel