En poco más de una hora empieza la Gran Final del European Poker Tour en Montecarlo. Hace una mañana excelente (algunos se están incluso bañando en la piscina del hotel) y parece imposible no estar de buen ánimo. Los “buenos”, como Poli Rincón y yo, empezamos mañana. “Ya lo verás”, dice, “se te pone la piel de gallina”. El tío asegura que ni en el Bernabéu o con la Selección Española ha sentido el mismo subidón de adrenalina. Si es verdad, lo más probable es que me dé un infarto, como a Henry Fonda en “El póquer de la muerte”, estupenda película. Desde mi habitación se ve el Mediterráneo y la sala de juego (a la derecha).
Algunas calles ya se preparan para el Gran Premio de Fórmula 1 y tienen puestas incluso las vallas protectoras o ¿quitamiedos?. Eso me recuerda a la legendaria inocentada en la que Ángel Nieto le comentaba a Valentín Requena que le había pillado miedo a la moto e iba a competir con Giacomo Agostini, pero él montado en el side-car.
Poker Federico Marín Bellónel