La entrevista de hoy tuvo lugar el año pasado en la parada del European Poker Tour en Barcelona. Boris Becker empezaba a acumular cierta experiencia como jugador, aunque la conversación, como es lógico, también tuvo al tenis como protagonista.
Foto: Neil Stoddart
En noviembre cumplirá 42 años. Después de una carrera fulgurante como tenista (ganó seis títulos del Grand Slam, dos Copas Davis y un oro olímpico, además de ser número uno durante once meses), ocupa sus horas con el Texas Hold’em, la modalidad más popular del póquer, el circuito senior de tenis y su propio canal de televisión por internet, Boris Becker TV. Son las mil caras de uno de los más grandes jugadores que ha dado Alemania.
-¿Por qué hay varios tenistas, como Sergi Bruguera, que juegan al póquer después de dejar las pistas?
-En primer lugar, porque podemos. Nos gusta. La forma mental de encararlo es muy parecida a la del tenis. La mentalidad es fundamental. Por eso Sergi es bueno.
-¿Es importante mantenerse en buena forma?
-En general, estar en buena forma es importante para tu vida, incluido el póquer. Eso no significa que para jugar sea imprescindible. Incluso en el tenis, ves a algunos jugadores profesionales y te preguntas cómo pueden competir con ese cuerpo.
-Siempre se le resistió la tierra batida. ¿Tiene algún punto débil sobre los tapetes?
-La experiencia. He participado en algunos torneos, pero no tantos como la mayoría de los jugadores y aún me falta jugar más. Se producen muchas situaciones en las que me siento expuesto, porque no he tenido tiempo de aprender lo suficiente. Cuantas más veces te enfrentas a esas situaciones, mejor sabes afrontarlas.
-¿El póquer es ahora algo parecido a un trabajo para usted?
-En realidad, es mucho más que un trabajo, es una pasión. Y cuanto más juego, más me divierte y por tanto más juego. Es un círculo vicioso.
-Usted tiene una gran experiencia en la competición de alto nivel. ¿Hasta qué punto es útil?
-Mucho. La competición no es algo extraño para mí. No la temo y, de hecho, me gusta. Cuanto más compito me siento mejor jugador.
-Ha ganado y perdido grandes cantidades de dinero. Imagino que también le quita presión con las cartas.
-La primera vez que jugué con dinero tenía 15 años. No me supone el menor problema. Para mí es una segunda naturaleza. Juego por dinero; es lo que soy. Jugar por dinero es lo que he hecho toda mi vida.
-¿Nunca siente presión?
-No me preocupa. No es algo extraño para mí. Es muy emocionante cuando ganas. Y si pierdes, puede afectarte bastante, pero siempre tienes la oportunidad de hacerlo mejor la semana siguiente.
-En las pistas de tenis, usted solía perder los nervios en algunas ocasiones. No sé si continúa teniendo el mismo carácter.
-Ahora tengo mucho más autocontrol, soy más disciplinado. Pero ya cuando jugaba al tenis se produjo ese cambio. En los primeros años, cuando era un adolescente, era más emocional, pero luego me volví más calmado. Jugando al póquer soy muy tranquilo.
-¿También ha desarrollado un estilo propio?
-Aún estoy descubriendo el juego, pero creo que sí, que acabaré por tener una forma propia de jugar.
–¿Sigue siendo agresivo?
-No, creo que juego de una manera bastante conservadora. Pero no es comparable con el tenis.
-Parece sorprendente.
-Bueno, no me asusta jugar, pero creo que en general hay muchos jugadores que son más agresivos que yo.
-En el tenis usted era el rey de la red. Nadie juega así ahora.
-Ahora se trata de un deporte diferente.
-¿No ve a ningún sucesor dentro de su estilo?
-La verdad es que no.
-¿Por qué?
-El tenis ha cambiado mucho en los últimos años, sobre todo por la tecnología, por las nuevas raquetas. Son mucho más poderosas, imprimen más efecto a la bola. Se necesita menos técnica. En mi época hacía falta dominar mucho más el juego para ganar.
-No parece que a Federer le falte técnica.
-Por eso juega tan bien y es el número uno, porque puede cambiar. Nadal tiene un tipo de juego, Roddick tiene otro, pero Federer tiene al menos dos o tres formas de encarar los partidos.
-¿Qué opina del jugador español Rafa Nadal?
-Me gusta muchísimo. Es un tenista fantástico y me encanta no sólo como juega al tenis, sino también su personalidad. No está en su mejor año, pese a que no se puede decir que su temporada no sea buena. Pero es joven y se recuperará. El año que viene estará aún más fuerte.
-¿Quién será el próximo número uno?
-Quizá Murray, es un jugador muy bueno. Me sorprende, sin embargo, que Federer haya sido capaz de mantener su nivel durante tanto tiempo. El próximo año es un misterio, pero creo que el trono se lo disputarán entre Federer, Murray y Nadal.
-¿Aún juega al tenis en el circuito senior?
-Un poquito. Jugaré tres torneos entre octubre y diciembre.
-Todavía disfruta.
-Nunca he dejado de hacerlo. Lo malo es que jugar bien al tenis requiere mucho tiempo de práctica y no tengo tiempo suficiente. El tiempo es siempre mi gran problema.
-Hablando sobre juego y tenis, ¿cree que hay un problema real con los pequeños escándalos relacionados con las apuestas?
-No creo que sea un problema importante. Hace un par de años le habría dicho que no estoy seguro. Un jugador, Davidenko, fue denunciado, pero creo que todo se aclaró y que el problema se ha diluido.
-¿Es el mundo del póquer profesional tan limpio como nos lo venden?
-Hasta donde yo sé, que sólo me dedico a jugar, es muy muy difícil, casi imposible hacer trampas. Hay un montón de cámaras, se controla mucho el dinero que hay en juego.
-¿Cómo va Boris Becker TV?
-De momento es un portal en internet. Está hecho por mí y trata sobre mí. Atrae a un buen número de espectadores, unos tres millones. La idea es contrarrestar todas las historias falsas que se difunden sobre mí en otros sitios. Para eliminarlas y clarificar la situación es una herramienta fundamental. Me proporciona bastante alivio poder mostrar lo falsas que son algunas historias que se cuentan en Alemania. En España o en el Reino Unido no tengo ese problema, pero allí sí. Continuamente. Y es muy fastidioso.
-La fama es a menudo un problema en su vida, pero también la necesita para que PokerStars, por ejemplo, patrocine su carrera como jugador.
-Absolutamente.
-¿Cómo vive esa contradicción?
-Tienes que aprender a sobrellevarlo y a controlarlo. La fama me llegó porque jugaba muy bien al tenis. Ese es el comienzo. Creo que es un error cuando eres famoso sólo porque eres famoso, que es lo que le ocurre a Paris Hilton, por ejemplo. Yo soy famoso porque gané uno de los torneos más importantes del mundo cuando tenía 17 años.
-Usted fue el campeón más joven de la historia en Wimbledon. ¿Aspira a convertirse en el más viejo en el póquer? ¿Tiene alguna relevancia la edad en este caso?
-La edad no supone ningún problema. Hay grandes jugadores muy jóvenes, pero también entre los más veteranos. Yo estoy en el medio. Quizá cuando tenga 75 años, la cabeza no esté tan fresca, pero el póquer no tiene edad. Es un mundo muy interesante, que me recuerda mucho al del tenis. Hay numerosas similitudes en el estilo de vida, la actitud, en cómo piensan los jugadores. Por eso me siento tan a gusto.
-¿Se ve jugando durante otros veinte años?
-Mientras me dejen, absolutamente.