El joven prodigio Wei Yi lo ha vuelto a hacer. Después de jugar el año pasado la que para algunos era la mejor partida del siglo XXI, en el Campeonato de Asia por países ha derrotado al vietnamita Dao Thien Hai en otro encuentro memorable. La diferencia entre ambos jugadores era tan grande, 2700 puntos Elo frente a 2476, que el resultado era previsible, pero la forma de ganar, con varios sacrificios mayores y el rey negro deambulando por medio tablero, es de las que dejan huella en la memoria. Como dice el maestro Antonio Gude, Yi «recordó al mejor Tal».
A los 16 años, Wei Yi no parecía atravesar su mejor momento, ya que su Elo se ha estancado un tanto, algo normal en el desarrollo de cualquier joven promesa. El mejor ejemplo es Sergey Karjakin, el gran maestro más joven de la historia (con 12 años y siete meses), que ha tenido que esperar a los 26 para proclamarse aspirante al título mundial. Yi es el 39 del mundo y el segundo juvenil, por detrás del húngaro Richad Rapport, nacido tres años antes. Mientras siga jugando con esta alegría, sin embargo, el resto vendrá solo. A China, por cierto, no le van las cosas del todo bien, después de caer ante la India, entre otras cosas porque Wei Yi perdió su partida.
Lo mejor es ver la partida. En la jugada 13, Yi sacrifica un caballo, en la 18 una torre, en la 21 un alfil y en la 26 obliga a claudicar al rey negro, escondido en la casilla a5. ¿Lo calculó todo desde el principio?