En un acto publicitario organizado por la marca Volkswagen, Magnus Carlsen coincidió este martes con el bicampeón del mundo de Rallys de la FIA, Sébastien Ogier. Cuatro títulos mundiales subieron al mismo coche en Wolfsburg (Alemania). El gran maestro noruego se puso el mono de competición e hizo de copiloto.
En su viaje a Wolfsburg, el gran maestro disfrutó de una vuelta al circuito de pruebas secreto de Volkswagen en Ehra-Lessien, construido durante la Guerra Fría. Carlsen se sentó junto al piloto oficial de la marca, Michal Kutina, en un Lamborghini Aventador, una de la marcas del grupo alemán. Después de la vuelta con este deportivo de 700 caballos, Carlsen se subió en un Volkswagen Polo R WRC con Ogier. El bicampeón francés mostró cómo es su trabajo y lo que hace en una jornada de pruebas y enseñó al ajedrecista cómo se puede pilotar y cruzar un coche de rallys.
Cuentan los publicistas que Carlsen quedó impresionado: «Es fantástico cómo pilota su coche Sébastien y lo cruza en las curvas», explicó el noruego, de 24 años. «El ajedrez y los rallys tienen más en común de lo que nos imaginamos. Ambos requieren la máxima concentración y precisión. Y siempre hay que ir pensando dos pasos por delante».
Tras la experiencia, Carlsen visitó el Autostadt en Wolfsburg y firmó el libro de visitas del museo y del parque de atracciones del Grupo Volkswagen. La jornada se completó con Carlsen realizando un recorrido exclusivo por las salas de producción pertenecientes a la fábrica de automóviles de Wolfsburg.
Ogier, de 31 años, no se mostró menos agradecido por el encuentro. «Quedé encantado de conocer a Magnus», explicó. «Es una gran persona y tiene una personalidad muy interesante. Como campeón del mundo de ajedrez, lógicamente tiene una memoria increíble. Es una locura lo que Magnus puede llegar a pensar y memorizar. En el coche me di cuenta de que en realidad se lo pasó bien. Apuesto a que podría cantar las notas de los tramos después de los reconocimientos sin tener que mirarlas en ningún momento».
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