Algunos lectores de este blog han tenido la iniciativa de proponer una campaña para salvar la revista «Jaque». Yago Gallach, su editor, ha recibido más de un centenar de cartas con propuestas similares. Como es un tipo honrado, ni siquiera se plantea aceptar suscripciones fijas, porque no quiere quedarse con el dinero de nadie (pese a que el suyo ya lo ha exprimido), pero un sistema de micromecenazgo serviría para sacar a la calle el próximo número. Bastarían 500 lectores (él dice 482) para pagarlo, a 12,66 euros el (doble) ejemplar. Si no se cubre el cupo, devolverá el dinero. No está mal como experimento.
«Si conseguimos esos 482 lectores, “Jaque” se compromete a sacar su próximo número (Especial Campeonato del Mundo, León, etcétera). Si en España no hay (además de los que ya son suscriptores) 482 posibles interesados en leer la revista, el estudio de mercado del ajedrez en España ya está hecho», dice con elocuencia Yago. ¿Nos merecemos que «Jaque» siga viva?
«Quien salva una vida salva al mundo», dice el Talmud (según aprendimos muchos en «La lista de Schindler»). No sé si al cambio actual, con lo que se ha devaluado la vida, la frase sigue vigente. Tampoco es que salvar una revista equivalga a salvar el mercado editorial, que parece condenado, pero sí estoy seguro de que impedir el cierre de una publicación con cuatro décadas de vida está al alcance de la mano. Contribuir a tan noble causa debería ser motivo de orgullo para cualquiera. Solo hacen falta 12,66 euros.
Seguro que habrá quien quiera pagar los 76 euros que cuesta la suscripción anual, a fondo perdido, y puede que aparezcan incluso altruistas que puedan aportar más dinero, pero el objetivo es más simple: adelantar unos pocos euros para poder leer el próximo número en casa. Así se podrían sufragar «la imprenta, a los escritores, fotógrafos, traductor, los gastos de envío, etcétera». «Si la cosa fuera mejorando», promete Yago, «seguramente el número mínimo de suscriptores revista a revista bajaría».
Yago Gallach, con la jugadora Sopiko Guramishvili, resolviendo un problema mucho más sencillo que mantener viva una revista
Entretanto, hay otras formas de ayudar. Se pueden comprar en la tienda de la revista números sueltos y toda clase de material de ajedrez. Por mi parte, a Yago Gallach le propongo otra cosa, vista su transparencia. Si la respuesta de los aficionados es positiva y el micromecenazgo toma cuerpo, debería poner un contador en su página web, al lado de un enlace para hacer el pago, y comunicar en tiempo cuántos lectores y cuánto dinero faltan para cumplir el sueño de todos: leer lo antes posible el próximo número de «Jaque». En cuanto se ponga en marcha, yo me apunto. Quedan 499.
De momento, voy a leer el último número de «Peón de rey», que me llegó ayer al buzón y tiene una pinta excelente.
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