Vishy Anand mantiene su garra. El viejo tigre derrotó ayer al joven prodigio chino Yi Wei, de 17 años, quien después de perder la primera partida de la final del XXIX Torneo Magistral Ciudad de León luchó las otras tres hasta el último suspiro. La defensa tenaz y activa del pentacampeón del mundo fue suficiente para neutralizar todos los ataques de su rival, que pagó sus apuros crónicos de tiempo. Al final, 2,5 a 1,5 para el jugador de 46 años, que logró su noveno triunfo en León. Wei se quedó sin su tercer título.
Anand resumió así el encuentro: «Es la primera vez que juego con él, que tiene muchísima fama por lo que ha demostrado. Para mí era todo un poco desconocido. No sabía qué plantear, pero en la primera partida pude tener el liderato y eso ayudó mucho, porque él se vio siempre obligado a empujar más».
Yi Wei explicó, por su parte, que había sido «un gran honor enfrentarse a un campeón como Anand». «Ha sido una pena no haber podido empatar al final. Creo que tuve una buena oportunidad en la segunda partida, pero he podido aprender muchísimo», afirmó.
Muchos quieren jubilarlo, pero Anand demuestra una y otra vez que todavía tiene mucho que enseñar a los jóvenes. En la primera partida, aprovechó un error del chino para castigarlo con gran estilo, calculando cuando era necesario, pese a que suelen acusarle de no esforzarse en este campo. Cuando se pone, sigue teniendo las neuronas bien engrasadas.
Así fue la primera partida, la única que no terminó en tablas:
En las siguientes partidas se siguió siempre el mismo patrón, incluso en la segunda que Vishy jugó con blancas. Wei se clavó, logró alguna ventaja y apretó lo que pudo, pero con un sobrecoste de tiempo que permitió que el indio se le escapara entre los dedos. El chino omitió alguna jugada ganadora, sobre todo en la segunda partida, pero cuando apenas le quedaban diez o quince segundos en el reloj. Ninguno de los maestros que comentaban la partida, Illescas, Antón y Santos, vio el golpe en directo.
Anand confirmó que el problema de su contrincante había sido siempre la gestión del tiempo. «Seguramente en la tercera partida también ha perdido alguna oportunidad», confesó. «Pensé que hoy sería un encuentro entre mi falta de práctica y su jet lag», añadió el indio. «No había jugado en dos meses y me faltaba calentamiento». Wei, por su parte, no buscó excusas y dijo que había podido descansar bien. «He pensado demasiado porque en parte me gusta calcular, pero es verdad que en los momentos decisivos me ha faltado tiempo», afirmó.
Lo mejor de Anand, tras la primera partida, es que se defendió siempre de la manera más activa posible, encontrando las jugadas únicas cuando era necesario y moviendo a veces al toque, demostrando una confianza en sí mismo que hizo mella en Wei. «Anand toma grandes decisiones estratégicas sin pensar, por intuición, algo que pocos jugadores son capaces de hacer», diagnosticaba Miguel Illescas.
Jaime Santos y David Antón, que cayeron en semifinales, hicieron un digno papel, pero todavía no están al nivel de los dos finalistas.
Foto: J. Casares para la agencia Efe
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