ABC
| Registro
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizABC
Blogs El blog de Jorge Cachinero por Jorge Cachinero

Inteligencia artificial, factor disruptivo de las guerras

Inteligencia artificial, factor disruptivo de las guerras
Jorge Cachinero el

La capacidad de la Inteligencia artificial (IA) aplicada a los asuntos militares no genera acuerdos sobre cuán transformativa podrá llegar a ser y sobre si sus avances serán tan aceptables como para poder ofrecer una ventaja a aquellos que la adopten más rápidamente.

Existe un convencimiento, sin definir, de que la IA alterará completamente las guerras, sus doctrinas, sus entrenamientos y sus ejecuciones, desde el nivel estratégico hasta el plano táctico.

Sin embargo, todavía aún, en la comunidad de defensa mundial, a la IA se la define como demasiado predecible y opaca, a la vez, como para poder ser aplicada en los asuntos de la guerra de manera fiable.

A pesar de todas esas dudas, la IA ha permeado los campos de batalla de tres maneras notables.

La IA se ha convertido en un facilitador analítico, que ha permitido, de forma muy útil, la realización de tareas como la Inteligencia, como la vigilancia, como el reconocimiento y como la gestión de redes neurales para que, entre todas, puedan analizar un mayor volumen de datos y permitan liberar a los seres humanos de este tipo de tareas.

La IA es un gran perturbador, especialmente, al automatizar las campañas de desinformación y de influencia y la ludificación de las redes sociales, dado que la IA permite granularidad y escala en las operaciones de influencia.

Por último, la IA es una fuerza multiplicadora, que facilita la automatización de los sistemas de armas y el desarrollo de armas autónomas, de municiones de defensa y de Vehículos Armados No Tripulados (VANTs), o drones, merodeadores o suicidas.

Dron suicida ruso KUB.

Lo que, hoy en día, nadie cuestiona es que la IA aplicada a la defensa tendrá un doble efecto estratégico.

La IA creará un entorno internacional en el que las disposiciones ofensivas en el campo de batalla tendrán la ventaja y el equilibrio entre los despliegues ofensivos y defensivos de los contendientes tenderá a inclinarse hacia las primeros.

Asimismo, la IA acelerará el tempo de las guerras debido al impacto que tendrá sobre los sistemas de armas, sobre las estructuras de mando y control y sobre el proceso de toma de decisiones.

Esa velocidad de la guerra, incrementada por la IA, obstaculizará el despliegue de las intenciones y de las capacidades de los contrincantes y pondrá presión sobre los Estados Mayores y sobre los planificadores de las operaciones, que, por temor, tenderán a estimar en exceso todas aquellas.

En segundo lugar, la naturaleza dual del origen en la industria privada y civil y el uso militar de la IA someterán las aplicaciones de ésta a la proliferación.

Los productos originados o basados en la IA serán más ampliamente disponibles que cualquier otro surgido de la tecnología militar y, a medida que ésta se democratice y se socialice, se propagará.

Esta difusión, además, será un rasgo de la IA de aplicación militar que no sólo sucederá entre Estados, sino, también, entre actores no estatales, incluyendo los del crimen organizado internacional y del terrorismo, y entre individuos.

La mayoría de los poderes globales y regionales que lideran este territorio ven a la IA como una herramienta de toma de decisiones al servicio de la conducción de las guerras, ya que, con ella, se permite analizar datos no estructurados, grandes conjuntos de datos, imágenes y datos de voz a una gran velocidad y con exactitud.

La IA no es un mecanismo para reemplazar a los seres humanos, sino, más bien, la IA es un instrumento potenciador de las capacidades humanas, ya que la calidad del servicio que preste estará siempre limitado y dependiente del volumen y de la calidad de los datos recolectados por las personas.

El futuro de los campos de batalla estará poblado por la acumulación de herramientas gestionadas por robots y de sistemas de armas perfectamente interconectadas.

Los centros de desarrollo y de innovación de la IA aplicada a los asuntos de seguridad estarán ubicados, de forma simultánea, bajo la autoridad de los ministerios de defensa de los gobiernos de los países y en el mercado abierto y competitivo de la sociedad civil y de las industrias y de las empresas.

En definitiva, las estructuras de defensa deberán desarrollar la agilidad para realizar el seguimiento comparativo de lo que estén haciendo las Instituciones militares de otros países de forma combinada con la evaluación competitiva de lo que esté ocurriendo en los mercados civiles nacionales e internacionales.

 

EconomíaEspañaMundoOtros temasUnión Europea

Tags

Jorge Cachinero el

Entradas más recientes