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2 golpes de Estado en Alemania

2 golpes de Estado en Alemania
Angela Merkel.
Jorge Cachinero el

Durante la última semana de noviembre y la primera semana de diciembre de 2022 se han llevado a cabo 2 golpes de Estado en Alemania: el primero era una farsa y fue abortado mientras que el segundo fue real y concluyó victoriosamente.

Al primero, los medios de comunicación en Alemania y fuera de ella le han dedicado un tiempo generoso.

Al segundo, los medios de comunicación no lo han presentado como tal y sólo han subrayado su movimiento final, que ratificó su triunfo, olvidándose, intencionadamente, del inicial, que fue el desencadenante de aquel.

El primer golpe de Estado se saldó con la detención, el 7 de diciembre de 2022, de un tal Heinrich XIII, supuesto príncipe prusiano, al que, en Alemania, le han puesto el remoquete del “golpista de la chaqueta de tweed”, quien, junto a otras 25 personas, quería realizar el Asalto el Bundestag, nada menos.

Heinrich XIII.

¿O era el Asalto al Capitolio?, ¿o será el Asalto a Las Cortes?

Uno se confunde a la vista de la facilidad y de la rapidez con la que se ejecutan, en estos tiempos, las operaciones psicológicas de manipulación y de intoxicación y se difunden las consignas de aquellos que acceden al poder o que quieren conservarlo engañando a los ciudadanos.

La resolución de la conspiración de Heinrich XIII y de sus compinches fue lo más parecido a lo que sería, en otras latitudes, el envío de una unidad de los Grupos de Operaciones Especiales (GEO) de la Policía Nacional a que asaltaran una tertulia matinal de invierno en el Club Real Gran Peña, en la Gran Vía madrileña -donde es seguro que, desde la venerable post molestam senectutem, se critica al gobierno todos los días-, para que, posteriormente, detuvieran a los líderes de la oposición y, ya puestos, por qué no, a la Familia Real al completo, incluyendo al Rey padre, por su implicación en un hipotético complot contra el poder ejecutivo.

¿Ficción? ¿Realidad? Denle tiempo y saldrán de dudas.

El segundo golpe de Estado tuvo lugar, con éxito, entre la última semana de noviembre y el 1 de diciembre de 2022, se ejecutó a plena luz del día y utilizó como herramienta del mismo a los medios de comunicación.

Este golpe fue contra la excanciller Angela Merkel, tras la entrevista-reportaje, muy larga e interesante, del 24 de noviembre de 2022, que había concedido a la prestigiosa revista alemana Der Spiegel y que fue reproducida, en inglés, por Spiegel International el 1 de diciembre.

Angela Merkel, Spiegel International.

En Der Spiegel, Merkel criticó al gobierno de Scholz, específicamente, su política hacia Rusia, y se ofreció como hombre bueno para intentar recomponer las relaciones de Alemania -¿por instigación de los industriales alemanes, que ven cómo su país va camino del colapso empresarial y económico?- con Rusia y con el presidente Vladimir Putin.

Como pasajes destacados del reportaje de Der Spiegel, merece destacarse:

  • La calificación del actual canciller Scholz como un “niño pequeño”,
  • Las palabras del periodista y de Merkel sobre Scholz de forma que (Merkel) (r)ecomienda respirar hondo. Y escuchar varias voces diferentes, no sólo una. Reflexión. Por supuesto, es consciente del estrés al que está sometido Scholz. Hay tanto que hacer al mismo tiempo. Tantas opiniones. ‘Me lo imagino muy bien, es como si estuviera en una rueda de hámster’, dice (Merkel),
  • La reacción de Merkel, cuando se le pregunta por la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, del Partido Verde -en opinión del periodista, en ese momento, (a)soma (en Merkel) una escasa sonrisa, con los labios comprimidos mientras se desvanece como si fuera a ponerse a silbar”-, al decir que “no puedo actuar ahora como si todo hubiera ido bien con la actitud correcta” o
  • Este párrafo del periodista de Der Spiegel, “Sigmar Gabriel, su vicecanciller (de Merkel), cree que Putin no habría atacado Ucrania si Merkel siguiera siendo canciller. Dice que Putin sentía un increíble respeto por ella. Como mujer que dirigía el país más poderoso de Europa y, lo que es más importante, como persona con un profundo conocimiento de Rusia. En octubre, tras visitar a Olaf Scholz en Berlín, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, también dijo en una rueda de prensa que la guerra no se habría producido si Merkel siguiera en el cargo” y, finalmente,
  • El ofrecimiento sutil de Merkel para actuar como negociadora del conflicto en Ucrania ya que, en palabras del periodista, (a)lgunos se han preguntado por qué la experiencia de Merkel con los principales actores no se utiliza en una crisis mundial de esta magnitud. Ella dice que la atención debe centrarse en Ucrania y no en ella, y que los ucranianos tendrían que solicitar su participación en las negociaciones. Luego dependería del gobierno alemán aprobarlo”.
Putin (i), Merkel (d).

Es sorprendente que, sólo seis días después de este extenso reportaje periodístico con Der Spiegel, Merkel optara, de nuevo, sin ser ya un político en activo o en campaña, por hablar, a través de otro medio de comunicación, Die Zeit, para contradecir sus afirmaciones anteriores, aunque, no todas, con unas declaraciones en las que la excanciller se auto inculpa de haber engañado a Putin en relación con el proceso de paz de Ucrania, desde 2014 a 2022.

Es razonable pensar que Merkel no ha dicho la verdad a Die Zeit sobre su comportamiento.

Este argumento que utiliza Merkel, ahora, por primera vez, para presentar los Acuerdos de Minsk ex novo como una treta para darle tiempo a Ucrania para armarse parece tener la intención exclusiva de salvarse ella personalmente después de lo compartido con Der Spiegel, por mucho que, finalmente, Estados Unidos (EE. UU.) y sus aliados europeos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) le hayan querido dar ese uso pérfido a los Acuerdos de Minsk.

La prueba de todo ello está en que, en esa segunda entrevista, la realizada con Die Zeit, Merkel habla positivamente del Nord Stream 2, al que Merkel siempre dio su apoyo, porque su deseo era independizar a Alemania de los gasoductos que atraviesan Ucrania y Polonia.

Esta es la huella del crimen de las manifestaciones últimas de Merkel.

Nord Stream 2.

La respuesta de Merkel al periodista de Die Zeit con respecto a Nord Stream 2 no tiene sentido y la descubre, ya que no es posible que, al mismo tiempo que se construía Nord Stream 2, con todo el amparo de la hoy excanciller, fuera realmente cierto que los Acuerdos de Minsk actuaran como una distracción fabricada para engañar a Rusia, mientras Occidente preparaba a Ucrania para la guerra.

De hecho, la guerra en Ucrania llegó antes de que el Nord Stream 2, muy retrasado en su calendario de ejecución, se pusiera en funcionamiento y cualquier alternativa realista para Alemania en este asunto desapareció después de que -¿EE. UU.?- se hiciera estallar el gasoducto.

En definitiva, con sus segundas declaraciones, las efectuadas a Die Zeit, Merkel misma rompió todos los puentes que pudieran estar, hasta ese momento, todavía, abiertos para que ella volviera hablar con el presidente ruso, con quien mantuvo una relación constructiva, para intentar resolver el conflicto en Ucrania.

Aún más, Merkel, incluso, se ha expuesto a que partes en este conflicto hayan declarado, como ha hecho la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa, Maria Zakharova, que las palabras de Merkel constituyen “una confesión” sobre “el fraude como modus operandi de Occidente – maquinaciones, manipulaciones, todo tipo de distorsión de la verdad, la ley y la justicia imaginables“.

¿Por qué una persona reconocida por su prudencia ha actuado así?

¿De quién recibió Merkel una oferta que no podía rechazar para hacer esas segundas afirmaciones?

Todo esto sucede en Alemania, cuyo gobierno declaró, hace semanas, que no podía revelar el resultado de las investigaciones concluidas sobre el sabotaje del Nord Stream 2 por “razones de seguridad nacional”.

No hay duda de que, al actuar en la forma en la que Merkel lo ha hecho, su jubilación será tranquila y deseablemente larga, algo por lo que hay que felicitarse.

 

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