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Dos comidas en Santarém, Portugal

Dos comidas en Santarém, Portugal
Carlos Maribona el

Sigue avanzando la cocina portuguesa.  A muy buen ritmo. En el post anterior, que dediqué al número uno, Belcanto, les hablaba de varias comidas y cenas muy interesantes. Dos de ellas, las más sorprendentes, en Santarém, una histórica ciudad enclavada a orillas del Tajo, a 60 kilómetros al norte de Lisboa. Y dos cenas en la capital, en dos establecimientos nuevos pero muy distintos entre sí. Aquí les resumo brevemente las dos comidas.

Rodrigo Castelo, propietario y cocinero de O Balcao

TABERNA BALCAO (Rúa Pedro Santarém, 73). Ha recibido varios premios este año y aparece muy destacado en la buen guía de restaurantes del diario Expresso. Y con todo merecimiento. Rodrigo Castelo, farmacéutico reconvertido en cocinero, está al frente de esta taberna con decoración muy tradicional (foto que encabeza el post)y la cocina abierta al comedor. Una gran pizarra recoge la oferta de platos del día, que pueden pedirse también en forma de menú degustación (29 euros cinco platos; 35 el de siete, y uno de trece, por encargo, de 50 euros) a base de pequeñas raciones.

Rabo de toro con colmenillas, O Balcao

Me gustó mucho la cocina de Castelo, especialmente su apuesta por dos productos muy importantes en la zona de Santarém: los pescados de agua dulce del Tajo y las carnes de toro. Lo hace sobre la base de receta tradicionales que actualiza con acierto. Esta es la región más taurina de Portugal y el cocinero aprovecha el potencial de estos animales bravos. Por ejemplo la lengua o el chorizo de toro que se sirven como aperitivos, junto a algunos quesos de la región, y que están muy buenos, especialmente la primera. De toro probaremos también, al final del menú, un estupendo rabo con colmenillas y un logrado puré de patata, y una “mista ribatejana” que combina carne de toro (chuleta fileteada,  la brasa, perfecta de punto) con otra de cerdo.

“Mista ribatejana”, carne de toro y de cerdo, O Balcao

Pero donde más luce la Taberna Balcao es con los peces de agua dulce. El cucurucho de quisquillas con atún; la estupenda “açorda” de lucio con sus huevas (¡vaya sabor!); la sopa de pescado con huevas de barbo; la feijoada de cigalas y caracoles; la achiga (perca negra o black bass) con un fondo lácteo… son platos que pudimos probar y que son una muestra de la variedad de pescados en el tramo final del Tajo y de la habilidad que Rodrigo Castelo tiene para trabajarlos.

Sopa de pescado con huevas de barbo, O Balcao

La guinda de esta serie la puso un plato de lamprea. No sabía yo que estos peces también remontan el Tajo y que se consumen en esta zona. La preparan en cabidela, que es una receta tradicional de arroz con pollo y gallina y su sangre. Castelo sustituye el arroz por cebada y el pollo por la lamprea y le aporta toques cítricos para refrescar. Una forma de comerla muy diferente a todas las que había probado hasta ahora, que son muchas ya que como saben soy un entusiasta de este pescado. Buenísima.

Feijoada de cigalas y caracoles, O Balcao

Tres postres, entre los que sobresalió el “café das velhas”, que recupera una elaboración tradicional. Y con ellos, un vino fortificado que sacó especialmente Rodrigo Castelo: Quinta Lagoalva de Cima de 1964. Una joyita que la bodega reserva sólo para la familia y amigos. Con la comida habíamos probado otros vinos, con mención especial para dos blancos: Quinta da Alorna 2015 y Casa de Santar Vinha dos Amores 2014, un magnífico encruzado del Dao (ya saben que son mis favoritos en Portugal). Muy buenas sensaciones en esta casa.

Cabidela de lamprea, O Balcao

DOÏS PETISCOS (Cerca da Mecheira, 20). Joao Correia es un joven cocinero que estuvo varios años con Sergi Arola, primero en su restaurante Penha Longa, en Cascais, y luego en Barcelona, en el hotel Arts. Tras ello pasó un año en el Pakta de Albert Adriá antes de regresar a Portugal para abrir junto a su mujer, Margarida Rosa, a la que conoció en la Ciudad Condal, esta pequeña taberna de petiscos (tapas). Su idea era alejarse de la alta cocina y centrarse en una cocina más sencilla en la que las tapas que descubrió en su etapa barcelonesa cobran gran importancia.

Fachada de Dois Petiscos

Doïs Petiscos es un espacio informal, moderno, con una breve carta en la que casi todo se sirve en ese formato tapa. Elaboraciones sencillas, nunca más de tres ingredientes, inteligentes y basadas en la buena técnica de Joao. Me llevó allí mi amigo Nuno Leitao, que es cliente habitual de esa casa. De lo que probamos, me gustó especialmente la peculiar versión de las gambas al ajillo. Utiliza mantequilla en lugar de aceite, y una bisque de los mismos crustáceos. El resultado es muy bueno, no tanto en las gambas, un poco pasadas de punto, como en una salsa que invita a mojar mucho pan.

Gambas al ajillo, Dois Petiscos

Bien unas vieiras braseadas con puré de coliflor y guisantes, correctas las croquetas de ternera presentadas sobre un curry, y perfectamente frito un queso de cabra empanado. Otro acierto el pulpo salteado (utiliza pulpo de Galicia) con grelos y batata naranja del Algarve. Me gustó mucho también el roast beef que ahúman en el propio restaurante. Y para terminar un solomillo al foie con cebolla. Me cuenta Joao que esta era una de sus tapas favoritas en Barcelona, iba a tomarla a El Vaso de Oro, en la Barceloneta. De postre pido la paulova con fresa, demasiado dulce y un tanto dura. En cualquier caso, muy buena impresión general.

Croquetas de ternera, roast beef ahumado y queso frito, Dois Petiscos

Junto a la taberna O Balcao, son dos sitios que se salen de lo habitual y merecen, sobradamente, una visita a Santarém.

P. D. Recuerden que estamos en Twitter e Instagram: @salsadechiles

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