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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Homenaje a Simone Ortega

Carlos Maribona el



Me van a permitir que haga un alto en el camino para dedicarle este post a Simone Ortega, que ha fallecido hoy en Madrid a los 89 años de edad.


La nuera de Ortega y Gasset pasará a la historia por un libro, 1080 RECETAS DE COCINA, del que se han vendido más de tres millones y medio de ejemplares desde su primera edición allá por 1972. Si el libro de recetas de la Sección Femenina enseñó y ayudó a cocinar a la generación de mujeres de la posguerra, el recetario de Simone Ortega ha sido compañero en la cocina de la siguiente generación, esta vez con presencia masculina. El libro, un gran negocio para Alianza Editorial, que lo ha ido reeditando continuamente, puede catalogarse de auténtico fenómeno sociológico. Gracias en buena parte a él ha sobrevivido en los hogares españoles un recetario tradicional que parecía condenado a perderse, en aras de una falsa modernidad, allá por los años 70.


Las claves del éxito son sencillas: cada receta está explicada con claridad y concisión, dos grandes virtudes de la comunicación. Además, cualquier persona, independientemente de sus conocimientos culinarios puede realizarlas. Y lo que es más importante, todas las recetas están probadas una y otra vez antes de su publicación. Y por eso, siempre salen. En el prólogo del libro (al menos en el que yo tengo, que corresponde a la 12ª edición, de 1982), escribía Ortega que pretendía hacer ‘un libro práctico, con recetas explicadas lo más claramente posible para cuantas mujeres -y muchas veces hombres- han de tomar cada vez con mayor frecuencia la sartén por el mango’.


1080 recetas de cocina tuvo un hermano menor, ‘Nuevas recetas de cocina’, cuya primera edición apareció en 1984, con otras 400 recetas, pero con menor éxito. En su prólogo, la autora manifestaba su convicción de que ‘la buena mesa, la mesa cuidada, sigue siendo uno de los elementos que más contribuyen a la armonía familiar, tan necesaria en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir’.


Termino este breve homenaje con otra frase de Simone Ortega, que define muy bien su trabajo. La pronunció ella misma hace poco menos de dos años cuando el embajador de Francia le impuso la Medalla de las Artes y las Letras de la República Francesa (Ortega tenía la doble nacionalidad, porque había nacido en aquél país): ‘Yo no he provocado una revuelta gastronómica de masas, más bien lo contrario, he ayudado a elevar el nivel en las cocinas de las familias de este país’. Así fue.


Descanse en paz.

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