Carlos Maribona el 19 feb, 2007 Escapada de fin de semana a la Ribera del Duero entre el relax, la enología y la gastronomía. El horrible mal tiempo (que incluso dejó sin luz nuestro hotel varias veces) nos impidió ver todo lo que hubiéramos querido pero aún así tuvimos visitas interesantes. El viernes, por ejemplo, un magnífico lechazo en NAZARENO, en Roa de Duero. Para mí es uno de los grandes asadores burgaleses, aunque eso sí, no pidan nada más que el lechazo bien asado y una ensalada impecable. Ni siquiera la morcilla de Burgos que ponen al principio vale gran cosa. Comimos allí con Javier Alonso y María del Yerro (Viñedos Alonso del Yerro) y probamos tres añadas de su MARÍA, para mí uno de los mejores vinos españoles en relación calidad-precio. Muy bien el 2003, espléndido el 2004 y prometedor el 2005, que empiezan a embotellar estos días para sacarlo al mercado en octubre. Visitamos luego su pequeña bodega y alguno de sus viñedos y probamos en barrica cómo evoluciona el recién vendimiado 2006. El sábado por la mañana, visita con Ignacio Arzuaga de las Bodegas Arzuaga, incluida la finca que tienen llena de ciervos y jabalíes. El ARZUAGA crianza 2004 está muy bueno. Y nos sacó del cementerio una botella de uno de sus primeros reservas, el 1994, muy vivo y lleno de matices aún, cosa que pocos vinos pueden decir. Aprovechamos para comer en el mejor restaurante de la zona y uno de los mejores de la provincia de Valladolid, FUENTE DE LA ACEÑA, en un encantador hotelito rural junto al mismo Duero, en Quintanilla de Onésimo. Estupenda cecina de Valle del Esla, muy buena lasaña de morcilla con puré de berenjena y agradable y variada ensalada de la casa. Como segundos, unos garbanzos negros con sepia y chipirones algo pasados de punto y bastante sosos, por debajo de los excelentes callos de buey con patas y manos, muy tradicionales, y con un buen lomo de ternera. Como postres, coulant de chocolate con helado de mandarina, magnífico; un correcto milhojas de crema, y un aceptable borrachito en sopa de aceite con naranja. 40 euros por cabeza, incluidas dos botellas de PINTIA 2003 (ya sé que alguno dirá que por qué bebimos vino de Toro en la Ribera, pero es que estaba a 26 euros la botella, y además lo hace Vega Sicilia). Y la agradable sorpresa de un muy digno menú infantil por 15 euros (fritos variados y filete con buenas patatas fritas, más helado de postre) que resolvió el problema de las dos niñas que venían con nosotros. Dirección muy recomendable. Por la tarde, bajo el diluvio, visita de las nuevas bodegas de Emina en Valbuena de Duero. Emina pertenece al grupo Matarromera. Recorrido más convencional, incluido el centro de interpretación del vino que allí han montado. Regulín el EMINA 12 MESES y francamente buenos el EMINA PRESTIGIO y el EMINA ATIO, todos de 2004. Las cenas las hicimos en el hotel de cinco estrellas que tiene Arzuaga junto a su bodega (en la foto) y que es donde estuvimos alojados las dos noches. La intensa lluvia no invitaba a salir. Restaurante bastante flojito en general, con un servicio desbordado por la avalancha de gente y una cocina regular de la que se salvan las enormes y buenas brochetas (pinchos) de lechazo a la brasa. Allí bebimos, además del ARZUAGA crianza 2004, otro vino del grupo, este de Castilla-La Mancha, el PAGO FLORENTINO, que también está francamente bueno. Hoy y mañana, recorrido gastronómico por Gandía, Denia y Valencia. Ya les iré contando. Otros temas Comentarios Carlos Maribona el 19 feb, 2007