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Blogs Salsa de chiles por Carlos Maribona

Boho Club, al estilo de Marbella

El veterano Diego del Río ofrece una sólida cocina de aires clásicos y bien actualizada que se completa con una sobresaliente bodega

Boho Club, al estilo de Marbella
Carlos Maribona el

Es uno de los outsider en Marbella. Uno de esos restaurantes que si mantienen su actual línea de trabajo no deberían tardar en alcanzar su primera estrella. Desde luego medios están poniendo para ello. Hablo del ambicioso Boho Club, en el hotel del mismo nombre, que tiene al frente a un cocinero sólido y de largo recorrido, Diego del Río. Tras muchos años de profesión, de hacer bien las cosas (siempre para el recuerdo su brillante etapa de ocho años en El Lago), ha encontrado en el Boho Club el lugar adecuado para desarrollar su cocina con plena libertad. En este pequeño hotel de lujo se le da a la gastronomía el espacio que merece. Incluida una muy agradable y espaciosa terraza, renovada este año, muy al estilo de Marbella.

Sopa fría de maíz

La de este verano ha sido mi tercera visita a este restaurante. Y me ha servido para confirmar las buenas impresiones de las dos anteriores. Del Río practica una sólida cocina de aires clásicos, bien actualizada, que da protagonismo al producto y al sabor. Lo hace a través de su recomendable menú degustación (110 euros) o de una larga carta (quizá demasiado larga) que recorre los crudos y curados, los entrantes, los platos vegetales, los pescados y las carnes, incluido un apartado de parrilla. Platos para todos los gustos, ceñidos a la materia prima de temporada, bien equilibrados (aunque en ocasiones tienden a ser un tanto barrocos) y con un toque elegante en las presentaciones. Se completa la cocina del chef malagueño con un equipo de sala muy por encima de la media de la zona y, sobre todo, con una bodega sobresaliente.

Berenjena escabechada con sopa de queso

En el menú de este año hay menos presencia de platos vegetales, que tenían más protagonismo en el de 2022. Pero se mantienen algunos como la sopa de maíz con encurtidos, convertido ya en un clásico de Diego. Una magnífica sopa fría que viene ofreciendo desde que se hizo cargo de la cocina del Boho Club. El maíz asado en horno de carbón le da un toque ahumado que se completa con otro ligeramente picante. Se acompaña con mojo de aguacate y verduras encurtidas. Refrescante y ligera, perfecta para una cena veraniega.

Del Río preparando su versión del steak tartar

Habíamos empezado antes con otro clásico de años anteriores, las croquetas de carabinero con su tartar. Este se aliña con el jugo de su cabeza y una crema de aguacate. Con ellas otros dos tipos de croquetas: de jamón y de pollo a la moruna. Ricas todas. Me gustó menos la berenjena escabechada con chimichurri sobre una sopa ligera de queso payoyo semicurado que se impone a la hortaliza y le resta protagonismo. Mucho mejor la personal versión que el cocinero hace del steak tartar, una versión no apta para puristas pero que está muy buena. A la vista del cliente, la carne, solomillo de ternera, se recubre con una crema de yema curada en oloroso y soja y sobre ella una espuma de kimchi, mostaza y sésamo, y unas puntillitas de huevo frito. Acompañado todo con unas notables patatas fritas.

Lubina con salsa de pimienta verde

Tampoco acabó de entusiasmarme el pulpo a la parrilla con crema de aguacate, pipas de calabaza y cilantro, aguacate asado, ensalada de manzana verde, hierbas, sisho y pipas garrapiñadas. Además de que el pulpo a la brasa, por repetitivo, me resulta cansino, en este caso el plato es excesivamente barroco. Demasiados ingredientes que acaban confundiendo. Nos recuperamos pronto con la excelente lubina de Aquanaria a la parrilla con una lograda salsa ligera de pimienta verde que le va perfectamente al pescado, como le van las espinacas salteadas en grasa de chuleta.

Paletilla de chivo lechal malagueño

Como carne, uno de los productos fetiche de Diego del Río, el chivo lechal malagueño. Él fue pionero en su recuperación para la alta cocina. En este caso, paletilla hecha a baja temperatura y luego a la parrilla, servida con una estupenda picada a base de calabacín, chocolate, frutos secos y queso semicurado, y con un puré de orejones. Para concluir el menú, un fresco pastel de limón con merengue tostado y sorbete de hierbabuena. A la hora de beber, la de Boho Club es una bodega de categoría, perfectamente dirigida por Richard Mena, un sumiller con mucho talento. Nos seleccionó para la cena tres vinos andaluces poco conocidos: Líbero velo de flor 2020 del Condado de Huelva, Muchada-Leclapart Elixir 2020 de Chipiona y El Camaleón Romé de la Axarquía 2019, tinto de las Sierras de Málaga.

 

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