Como saben, en los últimos meses, a petición de la edición valenciana de ABC, me estoy ocupando bastante de los restaurantes de esa Comunidad. Por eso era una cita inaplazable para mí la organizada en el Casino de Madrid por el Club Millesime bajo el título “La vanguardia está en Levante”. Como siempre, el número de cocineros participantes estaba limitado a cuatro por lo que faltaban, entre otros, algunos primeros espadas como Ricardo Camarena, o alguna de las mujeres alicantinas que han situado a su provincia en esa vanguardia (María José San Román, Mari Carmen Vélez o Susi Díaz). Pero estaban presentes tres de mis favoritos: Quique Dacosta, Raúl Aleixandre y Sergio Torres, además del pastelero Jacob Torreblanca.
Con la colaboración del equipo del Casino, encabezado por Paco Roncero, ofrecieron a los 150 asistentes un interesante menú que comenzó con unos aperitivos que no pude probar porque llegaba poco tiempo antes de Perú. Los que los cataron me dijeron que la almeja de cuchilla con confitura de limón y el buñuelo de bacalao de Raúl Aleixandre estaban muy buenos, lo mismo que el suquet de mejillones y la nube de almendras de leche del cabo de la nao preparados por Sergio Torres.
El menú se abrió con un plato de este último, el caviar tibio de mandioca con crema de raíces, que representaba bien la cocina delicada y muy vinculada a la huerta del cocinero de EL RODAT. Quique Dacosta preparó dos de los platos más conocidos y emblemáticos de EL POBLET: la gallina de los huevos de oro, todo un clásico, y el arroz senia meloso, con fondo de anguilas ahumadas y perlas de frutos rojos, probablemente lo mejor del menú por el equilibrio de todos sus componentes. El plato de Raúl Aleixandre fue una lubina asada con tuétano y jugo de salsa marinera. La calidad del pescado hacía honor a la fama de restaurante de producto de CA SENTO. Hay que destacar también el punto perfecto de la lubina, algo muy complicado en un banquete multitudinario. Como postre, Torreblanca sirvió una mouse de chocolate con vainilla de Tahití en la línea de la pastelería moderna que elabora con su padre en su TOTEL de Elda.
Vinos valencianos seleccionados por Lavinia buscando una representación de varias D.O. de la región. Decepcionante el chardonnay fermentado en barrica 2006 de Enrique Mendoza. Mucho mejor, muy elegante, especialmente en nariz, el otro blanco, un Impromptu 2006, sauvignon blanc que elaboran las bodegas Hispano Suizas en la D. O. Utiel Requena. Como tintos, el Maduresa 2004 elaborado con diversas uvas y con un carácter muy mineral; y el Quincha Corral 2004, de bodegas Mustinguillo, con bobal y syrah.
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