Con un mercado de alquiler tensionado por el efecto Airbnb, especialmente en grandes ciudades como Barcelona, no era fácil diferenciarse y forjar una propuesta de valor rentable a la vez que respetuosa con los locales. Los checos de Flatio dicen haberlo conseguido con su plataforma de alquileres mes a mes para nómadas digitales y trabajadores en remoto, un fenómeno que no deja de crecer desde la pandemia del Covid y que se espera alcance su pico con la próxima aprobación en España de la “visa nómada”.
Hasta 18.000 nómadas digitales visitan España cada mes, de acuerdo con Nomadlist, medio de referencia para este tipo de “viajeros”, un destino especialmente atractivo por su clima, playas e infraestructura. Flatio quiere convertirse en su proveedor de referencia y que un tercio de los que buscan este tipo de alojamiento lo haga a través de su plataforma: en 6 meses en nuestro país han conseguido un parque de 600 viviendas siguiendo un modelo sostenible en el que alrededor del 90% de las propiedades proceden de particulares (que alquilan una o dos viviendas).
La “visa nómada”
Dentro de la “Ley de Startups” el gobierno español está desarrollando un nuevo visado, que podría aprobarse en los próximos meses y que permitirá a los nómadas digitales establecerse en nuestro país sin necesidad de un visado de trabajo regular. Podrán quedarse y teletrabajar entre 1 y 5 años siempre que su empleador sea una empresa extranjera.
La “visa nómada” será un aliciente más para venir a España, uno de los países mejor considerados por los nómadas digitales como destino. De hecho, 2 de los 20 mejores lugares para teletrabajar, según Nomadlist, son españoles: Gran Canaria y Fuerteventura.
Tras su éxito en Portugal, con la adquisición de NomadX, la creación de una villa nómada en Ponta de Sol junto con Startup Madeira, y unos ingresos que lo colocan como su segundo mercado más rentable, decidieron embarcarse en la aventura de expandirse a España, “un país con similitudes culturales”, según el CEO de Flatio. Con sus 600 propiedades en España, Flatio ha generado, desde su lanzamiento en marzo, 80.000 euros de beneficio para sus propietarios.
Un estudiante, una idea y 400 euros
Flatio comenzó con el sueño de un estudiante de 19 años, abrumado por los intermediarios del mercado inmobiliario mientras buscaba piso. Radim Rezek puso entonces en marcha, con un préstamo de 400 euros de un familiar, StudentReality, una plataforma para estudiantes, proyecto al que se unieron su compañero Jakub Skorpik y su profesor de marketing Odrek Dufek. Buscando la rentabilidad fundaron ChillHills, una empresa de gestión inmobiliaria… y se quedaron sin dinero. Finalmente, en 2017, dieron con la tecla adecuada con Flatio.
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